PortAmérica 2019 (viernes 5 de julio): Bendita locura
El ecléctico cartel del PortAmérica para el viernes reunía a dos tipos de público bien distintos. Por un lado, los «milennials» que venían a ver a Amaia, la joven promesa ganadora de Operación Triunfo 2017 y, por el otro, los amantes de la buena música de toda la vida, ya fuesen mods, poperos o aficionados al ska, que venían a ver a los míticos Madness. Entre unos y otros agotaron todas las entradas para el viernes, llenando de festivaleros la Carballeira.
Después de la separación de Calle 13, Residente y Visitante han ido por caminos bien distintos. Mientras el primero ha seguido una vía más tradicional continuando en gran medida lo que ya hacía con la banda, el otro ha fundado un grupo que fusiona ritmos latinos con electrónica y vanguardia incluso en sus letras. Trending Tropics es el nombre que recibe este proyecto que ha fundado Eduardo Cabra (Visitante) junto a Vicente García, rodeándose de una banda de músicos latinoamericanos. No tienen un cantante fijo, por lo que quienes cantan en los temas lo hacen como colaboradores (entre ellos Ana Tijoux o Pucho de Vetusta Morla), como pasa con las canciones de grupos como The Chemical Brothers. Para representar en directo este aspecto, Trending Tropics han escogido a un robot con una tablet en lugar de una cara, que se hace llamar Elle. Aún así, sí que cuentan con una vocalista que hace la mayor parte del trabajo de voces en directo.
Lo cierto es que la mezcla de ritmos electrónicos y latinos brilla especialmente en canciones como «El Futuro Ya Pasó», «Elintelné», «Silicone Love», «La Muerte de la Muerte» o «Reasons to Fight», cantada por Ziggy Marley. Una crítica a la sociedad actual absorbida por completo por las nuevas tecnologías, pero que se aleja del dramatismo para bañar su propuesta de ritmos latinos y bailables, sin caer en el reguetón. Fue un buen concierto y un gran descubrimiento del festival para el público español. En mi humilde opinión, poco aporta el robot en escena, que recuerda más a la película de los ochenta «Cortocircuito» que a los robots más actuales. La propuesta y la música en directo son, de por sí, los suficientemente interesantes como para necesitar ese artificio en medio del escenario.
La expectación por ver a Amaia en PortAmérica era máxima, y no sólo por parte del público. Los fotógrafos venidos de distintos medios de comunicación abarrotaron el foso para capturar una instantánea de la ganadora de Operación Triunfo 2017. Se trata de un caso peculiar: una artista todavía sin disco publicado (apenas tres canciones) que ya está tocando en directo en varios festivales y presentando temas aún inéditos. Amaia salía a escena y se sentaba al piano para interpretar «Nadie Podría Hacerlo», entre los gritos de los fans más entregados. Canciones aún no publicadas que muchos fans ya se sabían, como «Porque Apareciste», «Nuevo Verano», «Quedará en Nuestra Mente», «Un Día Perdido» o «Quiero que Vengas», que combinó con versiones como «The End of the World» de Skeeter Davis, «Medio Drogados» de Los Fresones Rebeldes o «Ahora Te Puedes Marchar» de Luis Miguel (adaptación en realidad de «I Only Want to Be with You» de Dusty Springfield). En directo, Amaia se rodea de una buena banda de músicos (si ir más lejos, Núria Graham toca la guitarra y hace coros), por lo que no hay ni una pega en cuanto a su sonido.
No cabe duda del talento musical de Amaia, como volvió a demostrar con su versión al piano de «Perdona (Ahora Sí que Sí)» de Carolina Durante (que canta con ellos en su disco) o con la final «El Relámpago», uno de los adelantos del disco.
El de Amaia fue de los conciertos más destacados del día y del festival, sin duda. Ahora habrá que estar atento a como evoluciona con la publicación de su álbum y saber si el hype estaba o no justificado.
Desde Colombia llegaban Monsieur Periné, que no dejaron de hacernos bailar desde el primer momento. Al igual que el título de su último disco, tienen «Encanto Tropical». En directo suenan de miedo, una banda de musicazos que no para quieta en un punto del escenario y lo recorre bailando y acercándose casi hasta tocar al público. Jazz, swing, pop… por el filtro de Monsieur Periné pasan multitud de estilos que Catalina García combina con su dulce y elegante voz. Mención aparte merece ese «Bailar Contigo» (más de 27 millones de reproducciones en YouTube), un hit redondo, encantador e inevitablemente pegadizo que todos los presentes en la Carballeira bailamos solos o acompañados. Uno de esos directos que le alegran a uno el día y lo ponen a bailar.
No hubo puntualidad británica (salieron unos 10 minutos más tarde), pero como buen inglés, Suggs salió a escena con su paraguas en la mano. Como era de esperar, Madness salieron a por todas con «One Step Beyond». No dejaron de encadenar éxitos como «Embarrassment», «My Girl», «The Prince», «Shut Up» o «Wings of a Dove», haciendo las delicias de todos los presentes. ‘El Thommo’, saxofonista del grupo, no dejaba de bromear con el público e ir de un lado a otro del escenario sin perder una sola nota, mientras se proyectaban cortes de películas como «Cantando Bajo la Lluvia» y otros títulos de cine menos conocidos detrás de la banda. Las divertidas «House of Fun» y «Baggy Trousers» dieron paso a un clímax tan inevitable como genial. «Our House» fue coreada como si no hubiese un mañana para dar paso a la deliciosa «It Must Be Love», que también gozó del respaldo vocal de toda la Carballeira.
Por si fuera poco, Madness fueron la única banda que volvió a escena para dar un bis, con «Madness» y «Night Boat to Cairo». Todo un lujazo poder ver en directo a una banda que mantiene su formación original (llevan más de 40 años juntos), que no se deja un solo hit en el tintero y que suenan de vicio. Un concierto enorme y memorable, y uno de los grandes aciertos de esta edición del festival.
Cambiando completamente de tema, lo cierto es que la zona de restauración en PortAmérica (al margen del ShowRocking) ha ganado en comodidad para el público con los bancos y mesas para sentarse tranquilamente a comer. Cierto que la oferta no era muy amplia en ese sentido este año, pero quizás también haya influido el hecho de que coincidiese en fechas con otros eventos como el Resurrection Fest, que se celebraba durante los mismo días.
Habiendo repuesto ya fuerzas, nos acercamos a ver a Carolina Durante. Es uno de los grupos españoles más populares del momento, pero lo cierto es que no hacen nada que no hayan hecho antes ya Los Nikis, por poner uno de los ejemplos más cercanos al sonido del grupo. «Las Canciones de Juanita», «Falta Sentimiento» o «Cementerio (El Último Parque)» están entre lo más destacado de la formación. Conectan con las nuevas generaciones (ellos también lo son) con letras que hablan de relaciones a través de las redes sociales como «Nuevas Formas de Hacer el Ridículo», aunque mantienen esa actitud fría sobre el escenario de «paso-absolutamente-de-todo». A ellos se unió Amaia para el aclamado dueto de «Perdona (Ahora Sí que Sí)», y remataron con la canción que los ha hecho más famosos, «Cayetano», el momento que más hizo vibrar al público.
Suenan bien en directo y no les faltan buenas canciones, pero me parece que quizás los estamos sobrevalorando un poco. La propuesta no es nada nuevo y su carisma sobre las tablas de momento brilla por su ausencia.
No son la banda más animada del mundo, y el horario de las 2 de la mañana no los benefició en absoluto. Con Él Mató a un Policía Motorizado me cuesta conectar en directo. Quizás sea porque no acaban de encajar (a mi modo de ver) en los festivales, y también por el horario, claro. Suenan bien, tienen buenas canciones, pero no acaban de engancharme. Sorprende también que Santiago Motorizado (su cantante) haya producido buena parte del álbum aún inédito de Amaia (está detrás de la producción de «El Relámpago»), pero a veces la música crea conexiones sorprendentes.
Para el sábado quedaba otra jornada con todo el papel agotado que prometía no dejar a nadie indiferente.