Si ya comentábamos que el jueves PortAmérica reunía, al menos, a dos públicos bien distintos, la jornada del viernes los protagonistas eran el hip hop de Kase.O y la música urbana y reivindicativa de Asian Dub Foundation. Además de ellos, también estaban uno de los grupos revelación del rock español, los estupendos Rufus T. Firefly, los incorregibles gallegos Novedades Carminha o el gallego-haitiano, músico, dj y productor estrella Carlos Jean.
Un inesperado cambio de horario provocó que
Rufus T. Firefly pasasen de tocar a las 21:15 a tocar más de una hora antes, a las 20:00 de la tarde. Les habíamos visto hacía apenas una semana en el Bilbao BBK Live (en las próximas semanas publicaré la consiguiente crónica), y quizás por ello sabíamos que no defraudarían en directo. No son unos recién llegados. Rufus T. Firefly llevan años haciendo kilómetros y tocando en salas y ahora empiezan a recoger los frutos de ese trabajo. Todos los festivales les quieren en su cartel, el público ya empieza a saberse sus canciones y quién les ve una vez, repite.
Con «Magnolia» (2017) han confirmado las expectativas puestas en la banda tras la publicación de «Nueve» (2014), que marcó un antes y un después en la carrera del grupo. En directo ninguno de ellos se queda en segundo plano, todos se reúnen con Víctor Cabezuelo al frente y Julia Martín-Maestro marcando el paso desde la batería, haciendo partícipe al público de la química de la banda sobre el escenario. Las canciones de «Magnolia» fueron las protagonistas del espectáculo: «Cisne Negro», «Pulp Fiction», «Última Noche en la Tierra» o «Nebulosa Jade» sonaron en la Carballeira. En plena naturaleza, la letra de «Tsukamori» cobraba todo el sentido: … que el aullido del viento se haga canción/ que levante las hojas y bailen/ que la rama me encuentre en la oscuridad/ que su túnica verde me abrace/ que el bosque muerto despierte…
Aunque la asistencia no había llegado al tope que se marcaría durante la jornada, con un par de miles de asistentes más que el día anterior, sí fueron muchos los que se acercaron a ver al grupo de Aranjuez. Dieron un estupendo concierto y muchos les escucharon por primera vez aquella tarde. No tardarán en convertirse en los cabezas de cartel.
Los venezolanos
Los Amigos Invisibles también vieron modificado su horario, pasando de tocar alrededor de las 2 de la madrugada para tocar horas antes, a las 21:15 de la noche y justo antes del rapero Kase.O. Tenía curiosidad por verles, y es que su biografía prometía: descubiertos por David Byrne (Talking Heads), que les fichó para su sello, 25 años de carrera, 11 discos publicados y un Grammy latino. Las expectativas, en este caso, no se cumplieron. Y es que, por muy populares que sean en Latinoamérica, a este lado del charco todavía no lo son. Aunque tienen buenas canciones, especialmente la pegadiza «Mentiras» o «La que Me Gusta», hay algunas como «Ponerte en Cuatro» (el título habla por sí solo, aunque el resto de la letra no sea sexista) que le hacen a uno arquear la ceja. Lo cierto es que parecen una versión latina de la Fundación Tony Maneró, mezclando funky, pop y salsa.Quizás creían que contaban con más seguidores por estos lares, pero tampoco se implicaron excesivamente con el público.
Pero si había un artista que había sido nombrado rey del cartel el viernes, ese fue sin duda Kase.O. El veterano rapero, ex miembro de los míticos Violadores del Verso, reunió a varias generaciones en la Carballeira, especialmente jóvenes y adolescentes, logrando el concierto más multitudinario del día (se habla de alrededor de 6000 personas). Arropado por R de Rumba a los platos y el rapero Momo apoyándole en las rimas, Kase.O presentó su exitoso «El Círculo» (2016), meses después de agotar todas las entradas a su paso por Galicia en Santiago y Vigo. Sus seguidores se entregaron desde el primer momento, y Kase.O también. «El Círculo», que da título al disco, «Yemen», «Esto No Para» o «Mitad y Mitad» llenaron de hip hop PortAmérica, dando protagonismo a un género musical que no solía estar presente en festivales hasta hace bien poco, pero que va ganando terreno. Letras reivindicativas, combativas o políticas que no dejaban títere con cabeza como la de «Esto No Para»: … nadie dice nada, todo está amañado/ otro ladrón sale riendo del juzgado/ son todos amigos/ chupan del Estado/ nadie los controla y son crimen organizado…
No hay dudas de que pocos MC’s españoles están a la altura de Kase.O en estos momentos, y parece que está ganando adeptos que, probablemente, nunca antes se habían interesado por el hip hop. El zaragozano tuvo al público comiendo de su mano y fue, fuera de toda discusión, el gran concierto del viernes.
Las cosas como son. Fueron bastantes los que venían única y exclusivamente a ver a Kase.O y se marcharon después del concierto. Los que se quedaron un poco más, aunque fuese por curiosidad, no se arrepintieron. Los brasileños
BNegao & Seletores de Frequencia supusieron una agradable sorpresa. No se les resiste ningún estilo, desde el hip hop y el funky de «Essa É Pra Tocar No Baile» o «Sintoniza Lá», al reggae, el jazz o la samba, y todo ello con músicos tocando en directo. BNegao no paró de buscar el contacto con el público y lo logró. Buen ambiente y un buen aperitivo para la que se nos venía encima con Asian Dub Foundation.
Llevan ya más de 20 años en la música mezclando rapcore, dub, ragga, hip hop y lo que se les ponga por delante.
Asian Dub Foundation fueron, con permiso de Kase.O, los otros vencedores del viernes. Una banda que incluía, para sorpresa de muchos de nosotros, un músico capaz de tocar la flauta travesera e incluso hacer beatbox con su boca al mismo tiempo. Con Aktar Ahmed (Aktarv8r) y Ghetto Priest al frente, lograron que todos los presentes bailásemos y saltasemos con temas como «Blade Ragga», «Zig Zag Nation», «Stand Up», «Flyover» o «Fortress Europe». Letras combativas para un proyecto que bebe tanto del hip hop como del rock. No pensaba así antes de verles, pero fue uno de los mejores conciertos del festival. Incluso se podía ver a Kase.O disfrutando del espectáculo entre bambalinas.
Zuco 103 era el grupo que iba a tocar originalmente a las 21:15, pero acabaron haciéndolo a las 2 de la madrugada. El trío, formado por un holandés, un alemán y una vocalista brasileña, combina los sonidos característicos de Brasil con el pop y la música electrónica. Hubiesen encajado mucho mejor antes de Carlos Jean por su propuesta musical, bailable pero mucha más relajada que la de sus predecesores. Lograron reunir una cantidad de público aceptable y sonaron bien. El grupo se implicó con los presentes y consiguió crear buen ambiente e incitar al baile.
Los gallegos
Novedades Carminha llegaban a PortAmérica en su momento más dulce. Desde la publicación de «Campeones del Mundo» (2016), su cuarto álbum, han conseguido colarse en todos los grandes festivales. Pese a la hora (3 de la mañana ya), la banda salió dispuesta a hacer disfrutar al público con canciones como «Fiesta Tropical», «De Vuelta de Todo» o «Que Dios Reparta Fuerte».Sonaban bien, pero las fuerzas y las ganas ya me habían abandonado hace un rato. Y eso que todavía quedaba Carlos Jean para los más valientes (a las 4 de la mañana, por el amor de Dios). ¿No se nos estará yendo de las manos esto de programar tantos artistas en una misma jornada?