Listas: mis 10 discos favoritos de 2015
De nuevo llego tarde, esta vez por trabajo. Aún así, y pese a que algunos de los discos aquí presentes ya los habéis visto en otras listas, esta es distinta. Porque me da igual lo que digan Pitchfork o la Rockdelux, me sigo guiando por las emociones que sigue despertando en mí la música, venga de donde venga. Aquí os dejo una lista de los que son, para mí, los 10 mejores discos de 2015 (de entre los que he podido escuchar, claro).
9. AaRON – We Cut the Night
Si John Malkovich protagoniza el anuncio de tu nuevo álbum, podemos presagiar algo grande. Casi desconocidos en España, los franceses AaRON (acrónimo de Artificial Animals Riding On Neverland) entregan un tercer álbum que les consagra como una de las bandas más interesantes del territorio galo. Temazos como «Blouson Noir», «We Cut the Night», «The Leftovers» o «Onassis» mantienen la esencia del grupo pero también pueden recordar a bandas como Depeche Mode. A su lado están también canciones que sólo ellos podrían haber escrito, tan maravillosas como tristes (…I’ll do what you want me to do/ you’re the needle in my arm… cantan en «Maybe On the Moon») y que, de pronto, se convierten en himnos épicos y emocionantes («Shades of Blue»). Si todavía crees que la música trata de emociones y no de postureo, deberías escucharles.
NOTA: «We Cut the Night» todavía no está disponible en Spotify.
En 2014 aparecía el EP «Premeditación», primera parte de la trilogía que conforma ahora este disco. En su cuarto álbum, La Bien Querida logra una colección de canciones pop que rozan la perfección y que están ya entre lo mejor de la música española de este nuevo siglo. Con un pie en el pasado (reminiscencias a Vainica Doble o ese «Muero de Amor» que podría firmar el mismísimo Raphael) y otro en el futuro, el disco demuestra que La Bien Querida es una figura distinta y necesaria dentro del panorama español. «Vueltas», «Música Contemporánea», «Disimulando», «Alta Tensión» o «Crepúsculo» son sólo algunos de los ejemplos de la madurez creativa que ha alcanzado la artista.
6. Florence + The Machine – How Big, How Blue, How Beautiful
Con su tercer álbum, Florence Welch logra el equilibrio entre la frescura de su debut «Lungs» y la épica de «Ceremonials», para remarcar todavía más su estilo olvidándose de si sus canciones pueden o no llegar a ser singles. La fuerza de «What Kind of Man» o «Queen of Peace», la delicadeza de «St Jude» o el júbilo y la celebración de «Third Eye» son sólo algunas muestras de que lo de Welch no es flor de un día. Parte de la culpa la tiene también el productor Markus Dravs, responsable en parte del «Homogenic» de Björk o de los últimos álbumes de Arcade Fire. Que grande, que triste, que bello…
De raíces hispanas, Lorely Rodríguez logra con su música recoger influencias tan diversas como las del «Debut» de Björk o la música de The xx, pasando por el toque divertido de Hot Chip. Desde el tono más íntimo de «Icon» hasta la invitación a la pista de baile de «Threat» o la contagiosa «How Do You Do It». Si aún no sabes por qué esta joven hispana se ha convertido en una de las revelaciones del año con su debut, escucha «Standard», «Water Water» o «Everything Is You». Sus melodías son adictivas y, casi sin darte cuenta, acabas escuchando su disco una y otra vez.
No cabe duda de que 2015 ha sido el año de Kevin Parker o, lo que es lo mismo, de Tame Impala. Escrito, compuesto, interpretado y producido por el propio Parker, «Currents» no ha dejado de acaparar reconocimientos de crítica y público y ha contribuido a aumentar la popularidad de una banda que ha colgado el cartel de «sold out» en más de un festival (en el Paredes de Coura, sin ir más lejos). La contagiosa, adictiva e hipnótica «Let It Happen», la funky «The Less I Know The Better» o la intimista y onírica » ‘Cause I’m a Man» son sólo algunos de los logros de un álbum que cuenta con otros temazos como «Eventually» , «Yes I’m Changing» o «The Moment». Toda una joya musical que merece la pena escuchar repetidamente.
Debo admitirlo. Si no fuese porque los organizadores del Festival do Norte les trajeron a tocar este año a Galicia, no habría descubierto a Other Lives. Esta banda de Oklahoma suena como si Radiohead formasen un supergrupo con Owen Pallett. Su música es maravillosa y técnicamente perfecta. Cada instrumento, cada capa de sonido en su lugar, y la capacidad de emocionar intacta. «Easy Way Out» suena al mismo tiempo triste y cinematográfica, como si fuese una banda sonora, «Pattern» es de las que te hacen volar, «No Trouble» es emocionalmente hipnótica y en «English Summer» recuerdan incluso a Rufus Wainwright. Toda una mayúscula sorpresa y una injusticia lo poco que han hablado los medios de este grupo y de este disco. «Rituals» es un álbum imprescindible.
No es fácil reinventarse cuando has llegado a lo más alto de la música en tu país. Con Silverchair, Daniel Johns logró triunfar en su Australia natal y fuera de ella. Aquella banda grunge fue evolucionando con los años hasta que en 2011 sus miembros decidieron tomar caminos separados. Cuatro años después, Johns publica un disco radicalmente distinto a lo que hacía entonces. R&B, música electrónica, influencias de Frank Ocean, James Blake o Disclosure, todo ello canalizado con la colaboración de Joel Little, compositor y productor de canciones para Lorde o Sam Smith, entre otros. El resultado es un disco sorprendente, con hits potenciales para la pista de baile («Cool On Fire», «We Are Golden»), R&B de lo más sensual («Aerial Love»), joyas inclasificables («Going On 16») o himnos románticos («Dissolve»). ¿Cómo puede pasar desapercibido un disco así?
No es casualidad. Ni el parecido de la portada con la del «Power, Corruption & Lies» de New Order, ni ese clímax de teclado que tanto recuerda al «Just Can’t Get Enough» de Depeche Mode, en «Clearest Blue». Los escoceses CHVRCHES se confirman, por derecho propio, como el verdadero relevo generacional de bandas como Depeche Mode o New Order, lo que no es moco de pavo. Si su debut ya fue todo un discazo, en este se han superado. Hits enormes, como «Leave a Trace», «Never Ending Circles», «Bury It» o «Make Them Gold», y con un final emocionante como «Afterglow». Si, además, escuchamos la edición especial, tendremos además «Get Away» o esa joya escondida que es «Follow You», la mejor canción de las que ha cantado Martin Doherty hasta el momento, dicho sea de paso. Lo han vuelto a lograr, llevarnos a la felicidad a través de la electrónica.