The New Raemon – Oh, Rompehielos (2015)
Parece mentira que el álter ego de Ramón Rodríguez lleve apenas siete años con nosotros. Desde «A Propósito de Garfunkel» (2008), The New Raemon ha publicado tres discos más, varios EP’s e incluso proyectos tan interesantes como «El Problema de los Tres Cuerpos» (2011), junto a Francisco Nixon y Ricardo Vicente. Todo ello acompañado de continuas giras de conciertos, ya fuese en solitario o con banda. Y, aún así, Raemon nunca ha dado un traspiés en su impecable discografía. Ahora, tras un merecido descanso y después de plasmar en «Tinieblas, Por Fin» (2012) todo un fresco cargado de rabia sobre una sociedad en decadencia y con un futuro muy negro, la española para más señas, Raemon vuelve con su quinto LP.
«Oh, Rompehielos» (BCore, 2015) tiende un puente entre los sonidos más amables de Raemon y ese lado más oscuro que descubría en «Libre Asociación» (2011). Probablemente sea «Reina del Amazonas» la canción más luminosa del álbum, una de las más coreables y divertidas. 10 temas entre los que se encuentran algunas de las mejores composiciones de la carrera de Raemon. Los cinco minutos de «El Yeti» son una verdadera maravilla y su letra sobre el fin de una relación con ese es mejor no volver a verse… repetido como un mantra, es un perfecto ejemplo del grado de perfección que han alcanzado las canciones de Ramón Rodríguez. Como también lo es «Desencuentros», otra joya en la que el artista vuelve a huir de lo fácil y da en el clavo de nuevo.
«Oh, Rompehielos» (BCore, 2015) tiende un puente entre los sonidos más amables de Raemon y ese lado más oscuro que descubría en «Libre Asociación» (2011). Probablemente sea «Reina del Amazonas» la canción más luminosa del álbum, una de las más coreables y divertidas. 10 temas entre los que se encuentran algunas de las mejores composiciones de la carrera de Raemon. Los cinco minutos de «El Yeti» son una verdadera maravilla y su letra sobre el fin de una relación con ese es mejor no volver a verse… repetido como un mantra, es un perfecto ejemplo del grado de perfección que han alcanzado las canciones de Ramón Rodríguez. Como también lo es «Desencuentros», otra joya en la que el artista vuelve a huir de lo fácil y da en el clavo de nuevo.
«Una Historia Real», que abre el disco, supone ya toda una declaración de intenciones: Si supieras la de veces que fui desleal… Poco a poco, «Oh, Rompehielos» se va abriendo camino a través de los gélidos mares, con la fuerza de canciones tan intensas como «Quimera» (…tus idas y venidas me ponen enfermo…) o «Al Margen», que anuncia un «fin de ciclo», una idea rupturista que sobrevuela el álbum. El fin de una etapa, el fin de una relación sentimental, o quizás solamente el final de un capítulo.
De lo que se trata, al final, es de convertir la vida en canción, ya sea de una manera más amable («Mientras Sea un Intruso») o más cruda, hablando de los malintencionados rumores que han puesto fin a más de una historia («Los Hechos»).
Fotografía: Alba Yruela
Una vez más lo ha vuelto a hacer. Sin apenas darte cuenta en sólo unos días acabas coreando y haciendo tuyas las historias que Raemon canta. Y eso no es, ni mucho menos, tarea fácil. ¿Cuántos de los discos que escuchas sabes que seguirán estando entre tus favoritos dentro de 12 meses? Con Raemon lo sabes. No preguntéis por qué. Las canciones de Raemon te cogen de la mano y ya no eres capaz de soltarlas. Lo difícil es no quererlas.