Homenaje a John Hughes: Todo en un Día (1986)
Todos hemos tenido alguna vez esa fantasía. Faltar un día al instituto y pasar un día tan genial como el de «Todo en un Día» («Ferris Bueller’s Day Off», 1986). Claro que ni tenemos a nuestro alcance ese Ferrari GT California de 1961, ni nos queda cerca el Art Institute de Chicago, ni tenemos a una chica como Mia Sara y, claro, tampoco estamos ya en edad de ir al instituto.
«Ferris Bueller’s Day Off» fue el mayor éxito en taquilla de cuantas películas dirigió Hughes. Con más de 70 millones de dólares de recaudación, se convirtió en la décima película más taquillera de 1986.
Partiendo de una idea muy simple (un chico que falta a clase y hace peyas con su chica y un amigo), esta divertidísima historia transcurre en apenas un día en el que Ferris (Matthew Broderick) tiene que esconderse de sus padres, engañar al director de su instituto y sacar el máximo partido del día.
Esta es la filosofía de vida de Ferris Bueller, un «carpe diem» con el que todos nos hemos sentido alguna vez identificados. «Tomar prestado» el coche deportivo del padre de tu mejor amigo, subirse a la carroza de un desfile para cantar «Twist and Shout» de The Beatles o disfrutar y poner poses de intelectual ante grandes obras de arte son sólo algunas de las peripecias de Ferris y sus amigos.
No cabe duda de que Ferris Bueller es el personaje más memorable de cuantos ha hecho Matthew Broderick, de hecho él mismo reconoce que la gente sigue refiriéndose a él como Ferris cuando le paran por la calle (y eso que han pasado ya 27 años desde que se estrenó la película). Hughes escribió el guión pensando expresamente en Broderick para el papel.
Aunque ya en «Dieciséis Velas» (1984), Anthony Michael Hall se dirigía en un determinado momento a la cámara, hablándole directamente al espectador, la relación de Ferris con el público es total. Son muchas y muy numerosas las ocasiones en las que busca la complicidad del espectador, aconsejándole sobre cómo fingir una enfermedad ante sus padres o incluso despidiéndose del público después de los créditos finales (fue una de las primeras películas que incorporó esa sorpresa final, que luego muchos cineastas han imitado).
También juega un papel muy importante Cameron (Alan Ruck), el amigo de Ferris. Es quien pone el contrapunto cauto y preocupado, aunque en el fondo también tiene ganas de divertirse. Ruck tenía 29 años cuando interpretó el papel de este chico de 17, pero eso es tan sólo una anécdota. Su actuación en la película es memorable.
La guapa Mia Sara, quien había debutado junto a Tom Cruise el año anterior en «Legend», se llevó el papel de Sloane, la chica de Ferris. El reparto se completa con Jennifer Grey (antes de protagonizar «Dirty Dancing»), quien encarna a la hermana de Ferris; Charlie Sheen, que hace un pequeño papel ligando con ella en una comisaría; Jeffrey Jones, que interpretaba al director del instituto que trata de demostrar que Ferris no está enfermo, o Edie McClurg, que interpreta a su secretaria.
Como en toda la época dorada de Hughes, aquí la música también tenía un papel importante. Nunca se editó ninguna banda sonora del film, pero en él suenan Sigue Sigue Sputnik, una versión de The Smiths a cargo de The Dream Academy, o los Beatles, entre otros.
«Todo en un Día» es una película generacional, que amamos muchos de los que nacimos en los 80 y hemos visto decenas de veces (y nos sigue gustando como el primer día). Quizás a las nuevas generaciones no les resulte tan atractiva, pero seguro que pasan un buen rato viéndola. Como decía Ferris, «la vida pasa muy rápido; si no te paras y miras a tu alrededor de vez en cuando, podrías perdértela.»