Listas: nuestros 22 discos favoritos de 2012 (I)
Los últimos serán los primeros (al menos, eso dicen). Cuando la práctica totalidad de los blogs y medios musicales ya han dejado en el olvido toda la música que nos dejó el 2012, nosotros seguimos con las listas de favoritos.
Diversos motivos (laborales, afortunadamente) me han llevado a posponer esta lista colaborativa cuya participación I am David Crespo dejó en mis manos un par de días antes de acabar el año. Dado que siempre hemos ido un poco al margen, hemos decidido seleccionar nuestros 22 discos favoritos (11 y 11), aunque podríais tachar al undécimo de «mención de honor» (eso al gusto de cada uno, claro). Así pues, aquí están los 11 elegidos de I am David Crespo (y ojo, que hemos compartido uno).
– Mención de honor –
El último disco de los Pet Shop Boys nunca podría estar en mi lista de los diez discos más interesantes del 2012, no porque no me lo parezca, sino porque los Pet Shop Boys son ya tan grandes, que no necesitan un reconocimiento de nadie y mucho menos el mío. Aún así he decidido dedicarles unas líneas, porque en este 2012 nos han regalado un disco brillante y nuevos momentos de felicidad, que no aportan nada nuevo a lo que ya son, pero que de forma generosa a nosotros nos alegran un poco más las vida. «Elysium» comienza con «Leaving», sin duda un comienzo que suena a un bonito amanecer. Un disco absolutamente limpio, como ya nos tienen acostumbrados. Minimalistas y sin excesos, llegan canciones como «Invisible», eso es saber tocar la fibra con lo más sútil, o «Winner» (¿en qué momento la federación olímpica no escogió esta canción como tema principal de Londres 2012?). Por supuesto, son los Pet Shop Soys y en algún momento toca bailar, para ello están temas como «A Face Like That» y «Memory Of The Future». Y como los más grandes, tienen un final digno de su imperio, «Requiem In Denim And Leopardskin», un tema que curiosamente suena a una bonita puesta de sol.
10. Grimes – Visions
Curioso, extraño, industrial, pop, electrónico, experimental, ligero y muy emocional. Desde tierras canadienses nos llega una voz casi infantil, que en un principio resulta chirriante cuando empieza a sonar «Infinite ♥ Without Fulfillment», aunque a medida que avanza, consigue sumergirnos en un disco lleno de matices y rico en rarezas. Ofrece momentos para bailar con canciones como «Circumambient», al igual que tiene momentos para días en los que el cuerpo pide mayor relax con canciones como «Symphonia IX (My Wait Is U»). Déjate adentrar en este mundo gélido y acogedor y verás que canciones como «Colour of Moonlight (Antiochus)», consiguen transportarte a paisajes polares donde no pasarás frío.
9. WhoMadeWho – Brighter
Fácil, amable, tecnopop, dance, rock, sin mayores complicaciones. Desde Dinamarca nos llegan ritmos pegadizos, un disco que seguramente no aporte nada nuevo a la música. El disco nos presenta música de baile con letras tristes, el mismo cliché de siempre, con la diferencia de que aquí las letras son algo más complejas como se puede comprobar en «The Sun». Su sonido puede recordar a Hercules And Love Affair, pero sin ser tan relamidos como éstos. Es de agradecer que para ser un grupo que mezcla el dance con el indie, no caigan en sonidos demasiado superficiales, y que los arreglos sean sutiles y elegantes como en «Greyhound» o «Running Man», en una mezcla de géneros donde pocos grupos saben serlo.
Pop, pop, pop y nada nuevo bajo el sol. Desde el Reino Unido y después de 7 años aparecen con nuevo trabajo, un disco que podría haber sido producido y arreglado para que lo interpretase Kylie Minogue, y si no me crees escucha canciones como «I’ve Got Your Music» o «Tonight». De hecho eso les haría ser mejores canciones, porque para qué negarlo, canciones como «Last Days of Disco» no están nada mal, pero el poco registro vocal de Sarah Cracknell las empobrece. Lo que más me sorprende es que en pleno 2012 vengan con ritmos tan mainstream de comienzos de siglo. Hace parecer que en estos últimos 7 años estaban en coma, o que realmente se la trae muy floja. Sólo por ello y por apostar por tendencias desfasadas o como dirían otros, revisitarlas, son dignos de estar en esta lista.
7. Passion Pit – Gossamer (a tenenbaum también le gusta, y mucho, esto)
Multicolor, eufórico, synthpop, indietrónica, fiestero, rock, joven y desenfadado. Los norteamericanos abren su segundo disco con «Take A Walk», toda una declaración de intenciones que nos hace muy bien presagiar lo que vendrá después. Un disco alegre que por ciertos momentos recuerda a «Go» de Jónsi, sobre todo en canciones como «Love Is Greed». Un disco ecléctico donde la euforia no parece tener fin. Estos chicos echaron el polvo de sus vidas mientras hicieron el disco o estaban sumergidos en algún tipo de droga feliz, porque sino, no sé entiende ese frenesí absolutamente grande que desprende «Carried Away», o esas ganas, algo indescriptible, que me recorren el cuerpo cuando escucho «Mirrored Sea». ¿Cómo lo hacen? Que nos lo cuenten. Leer reseña completa del disco
Honesto, profundo, delicado, pop y soul. Si te gusta Lana Del Rey, pero te cae tan mal que no la puedes escuchar, pásate a Jessie Ware. El disco debut de la joven británica es toda una joya, una voz delicada pero con mucho carácter y pequeños arreglos de post-producción, que en un principio parece dar poco, pero que a medida que avanza el disco descubrimos el gran registro que posee. En ciertos momentos me recuerda a Adele, de hecho podría ser una especie de alternativa, sólo le falta un «Rolling In The Deep» alternativo, que podría ser «Running» o «Sweet Talk». Sus pequeños toques R&B en canciones como «110%» suenan a una Janet Jackson actual. Esperemos que su canción «Swan Song» no sea un mal presagio y Jessie nos siga regalando discos.
5. Actress – R.I.P.
Marciano, minimal, muy marciano, tecno, en verdad no es marciano, es house. Y es que la primera vez que escuche el nuevo disco del británico Darren J. Cunningham, conocido con el pseudónimo de Actress dije: ¿Qué coño es esto? Me gusta, pero no estoy seguro. Aún así, no he podido decir que no a esas tremendas bases que suenan en «Marble Plexus», ni negarme a cruzar la puerta al mundo paralelo que abre mi mente cuando escucho «Shadow From Tartarus». Porque sin duda este disco te abre a eso, es el «Tree Of Knowledge» y te hace sentir inquieto, te lleva a lugares donde otros no se atreven a entrar, es una experiencia electrónica sensorial, que ni con la mejor de las drogas podrías experimentar jamás.
Oscuro con pequeñas luces, porque escuchar The xx es como ver un cielo negro cargado de estrellas. El segundo trabajo de The xx no le tiene nada que envidiar a su trabajo debut, puede que sea incluso más intenso. Me sigue sorprendiendo la gran sensibilidad que este trío británico tiene para crear unas canciones, que para mi gusto son de una madurez excepcional. Con recursos similares a su primer disco, como su tan característico juego de cantar a dos voces, nos sumergen en historias como las de «Chained» o «Sunset», donde la piel se nos pone de gallina. Un disco nada recomendable para los días que estés un poco triste, ya que canciones como «Missing» te pueden hundir más en la miseria, aunque siempre hay canciones como «Tides», con las que poder levantar un poco la cabeza. Para leer una opinión diferente por parte de tenenbaum, pincha aquí
Fresco, muy fresco, experimental, electrónico, fantástico. Mi medalla de bronce es para el productor, dj, músico norteamericano; Matthew Dear. Otro disco brillante que se suma a su larga carrera, una voz grave y carismática, ritmos más rápidos que otras veces y sonidos más variados, desde guitarreros en canciones como «Earthforms» o «Up & Out», a canciones con recursos que ya nos son familiares en «Headcage». Pequeños toques house en «Fighting Is Futile», que nos hacen levantarnos de la silla desde el primer segundo. Todo en este disco es material aprovechable y por supuesto también tiene temas para los más delirantes como el que nos proporcionan canciones como «Overtime», al igual que otros temas más introspectivos como «Shake Me». Un disco que no da opción a aburrirte.
Fuerte, épico, directo, electrónica, tecno e incluso pop en ciertos momentos. Medalla de plata para el tercer disco de los australianos The Presets. Pocos pueden presumir de que a cada nuevo disco que sacan al mercado consigan superarse. Si te gusta saltar, «Pacifica» te pondrá patas arriba con un comienzo que no podía ser mejor, «Youth In Trouble», que no parece ser un tema muy a destacar, pero a medida que avanza arrasa con cualquier primera idea que tuvieses de él. El punto fuerte de The Presets es saber combinar canciones de origen más pop como «Promises», para llevarte después a terrenos de electrónica pura con «Fast Seconds». Canciones con estribillos épicos como «Fall» y por supuesto finales de película como viene a ser «Fail Epic», donde una vez más el tecno a tiempo lento triunfa.
Apoteósico, firme, dubstep, pop, electrónica, rock, energía y lleno de vida. Desde Dinamarca aparece el trabajo debut de un apenas conocido joven que firma con el nombre de Rangleklods. «Beekeeper» es sin duda uno de los trabajos más excelentes de este 2012, tanto en fuerza como en estilo y variedad. En el nos encontramos letras exigentes, claras, cantadas de una forma firme y con unos coros que les lanzan estribillos como duras sentencias en canciones como «Clouds», canción con la que da comienzo un disco grande, un trabajo que no se achica en ningún momento. «Puzzlehead», «On Top», «Enklave» u «Order» son algunas de sus propuestas más fuertes, las cuales suenan como marcando el ritmo de un gran desfile. Como un disco número 1 que es, también dispone de un final a su altura, «Beekeeper», en un tono más relajado, pero con la misma fuerza que sus predecesores.