¿Perderemos más festivales gallegos en 2012?
En el caso del Festival do Norte, uno de los motivos que hacen peligrar la continuidad del evento es la reducción de la ayuda económica que recibía por parte del ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa. De 60000 euros, pasarán a percibir en 2012 únicamente 25000. Promociones Culturales Independientes, organizadora del festival que llegaría esta año a su edición número 11, está todavía pendiente de reunirse con el alcalde del municipio, pero hay rumores no confirmados. que incluso apuntan a un posible traslado del festival a otra ciudad. «Aún estamos en conversaciones, pero un recorte así te obliga a replanteártelo. Hay unos costes fijos de producción que son casi iguales con uno que con dos días de festival. Vamos a contrarreloj», han declarado los organizadores. No cabe duda de que es un importante recorte, pero de acuerdo con el presupuesto del pasado año (500000 euros según la organización), puede que todo dependa de conseguir el apoyo de las marcas publicitarias como Estrella Galicia y la entidad Novagaliciabanco.
El Cultura Quente, que se celebra en Caldas de Reis, cumpliría este año 15 ediciones, que se dice pronto. El ayuntamiento ha decidido también reformar de forma drástica su aportación económica, que baja bruscamente de 132000 euros a 60000. Pero eso, desgraciadamente, no es todo. Esmerarte, la productora que organizaba el evento desde 1998, dejará de gestionar la organización, que asumirá, en teoría, el ayuntamiento. Esto no es del todo cierto, ya que en cualquier concierto para las fiestas del pueblo se contrata a alguna empresa que monte el escenario, contrate técnicos, etc, a menudo menos profesionales y con menor inversión en seguridad.
El futuro del Vigo Transforma también es incierto. Con un presupuesto de 980000 euros, el más grande de los tres, los organizadores no han llegado todavía a un acuerdo con la Xunta de Galicia y el Puerto de Vigo. Sus promotores, Music2Day y Esmerarte, dieron de plazo hasta este mes de febrero a las administraciones públicas para decidir si participan en el festival o, de lo contrario, la organización se replantea «redimensionarlo».
La situación es preocupante, pero hay razones para mantener la esperanza. El próximo mes de marzo se celebra una nueva edición del FiV de Vilalba (Lugo), que no sólo se mantiene, sino que pasa a durar 2 días y con una entrada de 10 euros (acampada con calefacción incluida).
Otro ejemplo de que cantidad no es sinónimo de calidad es el Dolorock. Uno de los festivales más pequeños y sin embargo más queridos y exitosos de cuantos se celebran en Galicia. El año pasado su presupuesto ascendió a 53000 euros, y ello no impidió conseguir un lleno absoluto con sólo cuatro grupos nacionales en su cartel: Lori Meyers, Fuel Fandango, Idealipsticks y Maryland.
No todos podemos contratar a Radiohead, ni todo lo que viene de fuera es mejor. No se trata de organizar un Optimus Alive en Galicia, porque a día de hoy es imposible, pero hay que tratar de conservar por todos los medios los festivales que han logrado consagrarse con el paso de los años. Y si hay que mirar «sólo» a Galicia, España y Portugal, se mira, que talento hay de sobra.