Censúrame, por favor
Después de un buen puñado de trailers, tal y como nos viene acostumbrando la banda de Jared Leto, 30 Seconds to Mars, ha llegado el videoclip de «Hurricane». 13 minutos y 12 segundos que vienen acompañados de polémica, ya que tanto las televisiones como el portal YouTube han censurado el videoclip (con algo tan ridículo como rectángulos rojos, aunque podían haber sido los dos rombos perfectamente) por algunas de sus imágenes de contenido erótico. Resulta anecdótico que un grupo tan mimado por MTV como ellos haya acabado finalmente siendo censurado por la misma cadena.
Pero, ahora bien, ¿acaso el hecho de que se censure no hace que el videoclip en sí atraiga más miradas de las que atraería de no haber sido censurado? Tenemos cerca el ejemplo del videoclip de «Born Free», de M.I.A., que mencionaba ayer I am David Crespo en su crónica. Dirigido por Romain Gavras (hijo del director de cine Costa-Gavras), la violencia presente en el vídeo fue la causa de la censura, tal y como ya le sucediera con «Stress», de Justice, que aunque no fue censurado sí fue muy criticado por mostrar la violencia de un grupo de adolescentes en Francia cuando todavía estaban presentes en la memoria de todos sucesos similares ocurridos en terreno francés. Aunque la censura es la misma para todos, los videoclips de Gavras trataban de servir de plataforma de denuncia, algo que no ocurre en el caso que nos ocupa.
Pero podríamos remontarnos mucho más atrás, antes de que YouTube entrase en nuestras vidas. En 1997 The Prodigy estrenaban el videoclip de «Smack My Bitch Up». Dirigido por Jonas Akerlund, el videoclip mostraba desde una perspectiva en primera persona a alguien emborrachándose y conduciendo al mismo tiempo, esnifando cocaína, realizando actos vandálicos y teniendo relaciones sexuales. Por aquel entonces, la cosa no se controlaba tanto y el vídeo fue emitido en un programa de Los 40 Principales en Canal Plus a las 13:30. Claro está, no volvió a emitirse. Años después, Akerlund reveló que la escena en que se esnifaba cocaína fue grabada de verdad por el director de fotografía del vídeo. El videoclip levantó ampollas y los grupos feministas lo acusaron de misógino. El vídeo está, incluso hoy día, censurado en todas las televisiones del mundo, y sólo se ha emitido puntualmente en la MTV debido a las peticiones populares y, aún así, siempre después de medianoche y precedido de una advertencia.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues bueno, que no es la primera vez que ocurre esto ni será la última, y que cada vez parece más intencionado que casual el hecho de incluir imágenes eróticas o violentas para que el vídeo acabe siendo censurado y despertando más interés del que debería. La historia del videoclip de «Hurricane» es la de un sueño, como se advierte al principio. Presenta a los 3 miembros del grupo en tres historias distintas, pero de ahí a que haya un argumento concreto… Básicamente se limita a juntar el mayor número posible de imágenes que pretenden provocar y ya no lo hacen en el menor espacio de tiempo. Desde quema de libros religiosos hasta imágenes de sadomasoquismo pasando por ataúdes cubiertos con la bandera norteamericana. La provocación por la provocación, vaya.
La versión censurada en YouTube es la que podéis ver debajo. Con los rectángulos rojos, parece que las imágenes esconden más de lo que en realidad esconden, pero creedme que no hay para tanto. Podéis leer una de las cartas de las cadenas de televisión con los motivos de la censura en el blog de Jared Leto.
Pero, ahora bien, ¿acaso el hecho de que se censure no hace que el videoclip en sí atraiga más miradas de las que atraería de no haber sido censurado? Tenemos cerca el ejemplo del videoclip de «Born Free», de M.I.A., que mencionaba ayer I am David Crespo en su crónica. Dirigido por Romain Gavras (hijo del director de cine Costa-Gavras), la violencia presente en el vídeo fue la causa de la censura, tal y como ya le sucediera con «Stress», de Justice, que aunque no fue censurado sí fue muy criticado por mostrar la violencia de un grupo de adolescentes en Francia cuando todavía estaban presentes en la memoria de todos sucesos similares ocurridos en terreno francés. Aunque la censura es la misma para todos, los videoclips de Gavras trataban de servir de plataforma de denuncia, algo que no ocurre en el caso que nos ocupa.
Pero podríamos remontarnos mucho más atrás, antes de que YouTube entrase en nuestras vidas. En 1997 The Prodigy estrenaban el videoclip de «Smack My Bitch Up». Dirigido por Jonas Akerlund, el videoclip mostraba desde una perspectiva en primera persona a alguien emborrachándose y conduciendo al mismo tiempo, esnifando cocaína, realizando actos vandálicos y teniendo relaciones sexuales. Por aquel entonces, la cosa no se controlaba tanto y el vídeo fue emitido en un programa de Los 40 Principales en Canal Plus a las 13:30. Claro está, no volvió a emitirse. Años después, Akerlund reveló que la escena en que se esnifaba cocaína fue grabada de verdad por el director de fotografía del vídeo. El videoclip levantó ampollas y los grupos feministas lo acusaron de misógino. El vídeo está, incluso hoy día, censurado en todas las televisiones del mundo, y sólo se ha emitido puntualmente en la MTV debido a las peticiones populares y, aún así, siempre después de medianoche y precedido de una advertencia.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues bueno, que no es la primera vez que ocurre esto ni será la última, y que cada vez parece más intencionado que casual el hecho de incluir imágenes eróticas o violentas para que el vídeo acabe siendo censurado y despertando más interés del que debería. La historia del videoclip de «Hurricane» es la de un sueño, como se advierte al principio. Presenta a los 3 miembros del grupo en tres historias distintas, pero de ahí a que haya un argumento concreto… Básicamente se limita a juntar el mayor número posible de imágenes que pretenden provocar y ya no lo hacen en el menor espacio de tiempo. Desde quema de libros religiosos hasta imágenes de sadomasoquismo pasando por ataúdes cubiertos con la bandera norteamericana. La provocación por la provocación, vaya.
La versión censurada en YouTube es la que podéis ver debajo. Con los rectángulos rojos, parece que las imágenes esconden más de lo que en realidad esconden, pero creedme que no hay para tanto. Podéis leer una de las cartas de las cadenas de televisión con los motivos de la censura en el blog de Jared Leto.
A mí personalmente el vídeo me parece malo. Estéticamente está curradísimo, pero conceptualmente es una soberana memez, plagada como bien dices de provocaciones gratuitas más vistas que el TBO. Además, como las bandas ya saben de antemano qué se va a censurar y qué no, sospecho que el vídeo ya estaba pensado para sufrir el "acoso" de la "bienpensancia". Si uno congela la imagen puede comprobar que los planos censurados son muy light. Nada que ver con los del "Pussy" de Rammstein, que tampoco era el súmmum del esfuerzo intelectual pero que, puestos a transgredir, tenía mucha más gracia.
Yo creo que estas cosas ya no impactan a nadie y el vídeo será rápidamente olvidado (salvo por los más acérrimos seguidores de Jared "abdominales" Leto y cía). No como esto.
yo este finde semana lo vi en la MTV sin censurar.
Totalmente de acuerdo contigo, Jero. A mí me parece que el hecho de querer provocar por provocar perjudica a la banda más que nada, porque, aún sin ser una maravilla, su último disco me parece que no está nada mal.
Pues no lo sabía, Jen. Por ahí siguen diciendo que ha sido censurado en MTV. Aunque probablemente lo pongan después de las 10 de la noche o quizás MTV España no es tan estricta, no lo sé.
Gracias por los comentarios!!
yo no soy nada fan de Rammstein, pero el vídeo de pussy era maravilloso, aunque la canción valía más bien poco