«Annette» (Leos Carax, 2021): una ópera rock del siglo XXI
Si decimos «ópera rock», el término nos suena a musical de los años 60 y 70, especialmente a los que idearon The Who («Tommy», 1975; «Quadrophenia», 1979), otros más marcadamente hippies («Hair», 1979; «Jesucristo Superstar», 1973) y otros prácticamente inclasificables («El Fantasma del Paraíso», Brian de Palma, 1974; «The Rocky Horror Picture Show», Jim Sharman, 1975). En el siglo XXI el género había quedado prácticamente relegado a las representaciones musicales en los teatros, con contadas excepciones en el cine (la maravillosa «Hedwig and the Angry Inch», John Cameron Mitchell, 2001).
«Annette» (2021) es una ópera rock escrita y compuesta por el dúo norteamericano Sparks, formado por los hermanos Ron y Russell Mael. La película está dirigida por el francés Leos Carax («Holy Motors», 2012; «Los Amantes del Pont-Neuf», 1991). El proyecto arrancó a finales de 2016 pero, según declaraciones de los Sparks, los compromisos de Adam Driver con la franquicia de Star Wars fueron retrasando el proyecto a 2019, y el rodaje tuvo lugar, finalmente, de agosto a noviembre de ese mismo año.
«Annette» cuenta la historia de Henry (Adam Driver), un cómico de gran éxito en la stand-up comedy, y Ann (Marion Cotillard), una cantante de ópera internacionalmente aclamada. Henry y Ann se enamoran y tienen una hija, Annette, que cambiará sus vidas.
Si la sinopsis es breve, es porque no necesitáis saber nada más sobre la película antes de verla. Es más, quizás lo mejor sea llegar a la sala de cine (porque «Annette» es una película que se merece ser vista en pantalla grande) sabiendo lo menos posible y dejarse sorprender.
«Annette» habla del éxito y el fracaso, de la fama, temas habituales en el género que ya hemos visto, sin ir más lejos, en «Pink Floyd: The Wall» (Alan Parker, 1982).
Tanto Sparks como Leos Carax se han dejado influir más por obras como las anteriormente mencionadas «El Fantasma del Paraíso» o «Hedwig and the Angry Inch» que por los musicales clásicos de Hollywood. El resultado es musicalmente adictivo y contagioso (aunque no se puedan hacer palmas o coros durante la proyección) y visualmente espectacular. Canciones como «So May We Start» (el brillante comienzo con todo el casting, el director y los compositores de las canciones cantando y dando la bienvenida), «Stepping Back in Time», «Sympathy for the Abyss» (increíble la interpretación y la voz de la pequeña Devyn McDowell), «You Used to Laugh» o «We Love Each Other So Much» conforman un musical excepcional que merece desde ya el reconocimiento a los Sparks por su espectacular trabajo y a los actores por sus interpretaciones.
El trabajo de los actores es excepcional (todos cantan con sus propias voces, la soprano Catherine Trottman interpreta las partes más operísticas de Cotillard), pero destaca sobre todo un inmenso Adam Driver, que también participa como productor en la película. No es de extrañar que Carax y los hermanos Mael pospusiesen el proyecto hasta que Driver estuvo disponible. Pocos actores (probablemente ninguno, en realidad) podrían haber interpretado a Henry y dar al personaje esa fuerza y presencia, además de su imponente voz, y sostener todo el peso de la película sobre sus hombros. Driver no solo sale (una vez más) airoso de tan titánica tarea, sino que se hace merecedor de un Oscar que premie una trayectoria siempre ascendente («Historia de un Matrimonio», 2019; «Paterson», 2016) y capaz de destacar en cualquier papel.
Sorprende además (y para bien) Simon Helberg, más conocido por su papel en la serie The Big Bang Theory, que arriesga ahora cantando e interpretando un papel dramático que pocos hubiésemos esperado de él. Marion Cotillard encaja a la perfección en el papel de Ann, que estuvo a punto de recaer en Rooney Mara o Michelle Williams.
Pero aunque es cierto que «Annette» debe el gran mérito de su puesta en escena y su aspecto visual al director Leos Carax, los cimientos los debemos a los hermanos Mael, los Sparks, autores tanto del guión como de las canciones. Si bien es cierto que el dúo siempre ha gozado de la admiración de sus compañeros y de la prensa musical especializada, nunca han sido una banda especialmente popular para el gran público. En 2015 Franz Ferdinand colaboraban con los Sparks formando el supergrupo FFS y publicando un disco homónimo, que volvió a atraer las miradas sobre un grupo que ha cumplido en 2021 50 años desde la publicación de su primer álbum (lanzado inicialmente bajo el nombre de Halfnelson). Además de «Annette», Edgar Wright («Shaun of the Dead», 2004; «Baby Driver», 2017) ha dirigido «The Sparks Brothers», un documental estrenado a principios de este 2021 en el festival de Sundance pero que todavía no ha visto la luz en nuestro país.
«Annette» se ha llevado el Prix de la Mise en Scène (Premio a la Puesta en Escena) para Leos Carax en el festival de Cannes, que probablemente será el primero de muchos galardones. Pero «Annette» también merece un reconocimiento (Oscar a la mejor banda sonora, pero ya) a los Sparks, que han creado un musical complejo y espectacular con brillantes canciones.
Casi ninguna ópera rock ha sido profeta en su tiempo. «El Fantasma del Paraíso» fue un completo fracaso en taquilla, como también lo fue, más recientemente, «Hedwig and the Angry Inch». Con el tiempo, se han convertido en títulos de culto.
¿Contentará a todo el mundo «Annette»? Por supuesto que no. Ni siquiera lo intenta, ni falta que hace. Pero probablemente sea la mayor experiencia que vayas a vivir en una sala de cine en este 2021, que no es poco. No os la perdáis.