Atlantic Fest 2022 (15 de julio): que los mejores momentos sean los que están por llegar

El Atlantic Fest regresaba a la normalidad con su primera edición post-pandemia, estrenando recinto en la Praia da Concha, Vilagarcía de Arousa. No han sido, sin embargo, dos años de parón, sino que los organizadores del festival siempre han seguido apostando por la música en directo respetando la normativa vigente en cada momento, en conciertos para disfrutar sentado y con aforos reducidos.

En esta nueva edición del Atlantic Fest, los organizadores han apostado más que nunca por convertir la primera jornada en algo más que una fiesta de bienvenida (aunque el sábado siempre es el día grande, se han celebrado conciertos también el viernes y el domingo), con importantes cabezas de cartel como Fangoria, Shinova o Rojuu. 

Qué difícil es abrir un festival. Ya sea a las 16:00 de la tarde o a las 19:30, como fue el caso de Diamante Negro en el escenario Alma Atlántica, siempre es una tarea ingrata tocar mientras la gente todavía está llegando, poniéndose las pulseras o pidiendo bebida. No sonaban mal en absoluto, pero luchar contra la apatía de ese momento de la tarde no es tarea fácil. Alguien tiene que ser el primero, y en esta ocasión les tocó a ellos. Esperemos volver a verles en mejores ocasiones.

Depresión Sonora (el proyecto de Marcos Crespo) abría el escenario Vibra Mahou. Con sus EP’s «Depresión Sonora» (2020) e «Historias Tristes para Dormir Bien», el artista ha logrado superar el medio millón de oyentes mensuales y sus canciones superan el millón de reproducciones, algo muy poco habitual para un estilo post-punk marcado por un tono oscuro, cercano a Joy Division o bandas actuales como los rusos Molchat Doma.

«La Casa del Árbol», «Gasolina y Mechero», «Apocalipsis Virtual», «Hasta que Llegue la Muerte» o «Ya No Hay Verano», probablemente su canción más popular, sonaron en un set que incluyó también una versión de «Disorder» de Joy Division. Una propuesta alejada de lo que suele ser habitual en un festival y, por eso mismo, muy de agradecer. Un concierto que disfrutamos como si estuviésemos en una sala, una de las sorpresas que nos ha traído el cartel de este año.

Siguiendo un poco en esa línea oscura y ochentera, nos encontramos con Nueve Desconocidos. Con claras influencias de grupos como Parálisis Permanente (hubo versión de «Quiero Ser Santa»), Ares Negrete presentó su debut, «Primer Disco de Nueve Desconocidos Llamado Nueve Desconocidos» (2021). «Llagas», «Todos Mis Cristales» o «Preguntas» pusieron en valor una propuesta que bebe de una parte muy concreta de La Movida, tanto musicalmente como en su puesta en escena. Un proyecto interesante al que le seguiremos la pista.

Lo reconozco abiertamente, no consigo conectar con las canciones de Rojuu. Dicho esto, su legión de devotos fans es totalmente incontestable, y para muestra la foto que encontraréis bajo este párrafo. Con un público muy joven y absolutamente entregado, Rojuu, acompañado sobre el escenario de los chicos de Depresión Sonora y de Yawners a la batería, se dio un baño de masas, con un setlist coreado a viva voz por sus fans. Una comunidad de adolescentes que se sabía al dedillo cada palabra de canciones como «Tofu Delivery» o «NEZUKO». Akira Playboi, otro de esos «creadores de contenido» con miles de seguidores en redes, hacía acto de presencia en el escenario ante un público entusiasmado y otra parte de los presentes (entre los que me incluyo) que nos preguntábamos quién demonios era aquel chico y qué estaba pasando sobre el escenario.

Si en algún momento del festival hemos sentido la brecha generacional, ha sido en éste. Nuevas generaciones apasionadas por el anime, el manga y la cultura japonesa en general, los videojuegos y el TikTok. Eso es Rojuu, básicamente, una música que es más fácil describir con imágenes que con palabras.

«No canta ni baila, pero no se la pierdan». Esta mítica frase que aludía a Lola Flores podría ser perfectamente aplicable a las Nancys Rubias y, más concretamente, a Mario Vaquerizo. Que sí, que ya sabemos que todo va en playback, pero el espectáculo de las Nancys es pura diversión. Si a las mil poses por minuto de Vaquerizo, toda una estrella de rock sobre las tablas, sumamos sus pegadizas versiones en castellano de Blondie, Billy Idol, Mando Diao, Baccara o incluso Paulina Rubio, que bajo el filtro de las Nancys acaba sonando glam, tenemos un show en toda regla que únicamente busca el disfrute del público, sin más pretensiones. También funcionan a la perfección sus temas propios, como «Alfabeto Nancy» o «Peluquitas», aunque nada comparable a su superhit, «Me Encanta», cover del «I Love It» de Icona Pop que ha acabado siendo casi más popular que la original en nuestro país.

Las reinas del glam nos hicieron bailar y divertirnos, que al fin y al cabo es de lo que se trata. Ni más ni menos.

Fangoria eran los cabezas de cartel del día. La banda de música electrónica más importante del país desplegó un espectáculo total en el que proyecciones, bailarines y estilismos se conjugaban en una puesta en escena colorista y festiva. El grupo de Alaska y Nacho Canut hizo repaso de su trayectoria, desde hits más recientes como «Momentismo Absoluto» o «Geometría Polisentimental», pasando por toda una declaración de intenciones como es «Dramas y Comedias» hasta clásicos como «No Sé que Me Das», «Absolutamente», «Retorciendo Palabras» o «Electricistas». Incluso hubo a un guiño a Joe Crepúsculo con una versión de «Mi Fábrica de Baile».

“Bailando” y “A Quién Le Importa” hicieron las delicias de un público totalmente entregado. Como colofón, “Mi Novio Es un Zombi”, con las Nancys Rubias y con Mario Vaquerizo convertido en Freddy Krueger. Un espectáculo disfrutón que convirtió la Praia da Concha en una fiesta.

 

Les tocaba cerrar la jornada del viernes a Shinova y no defraudaron. El grupo vasco lo dio todo sobre el escenario y fue completamente correspondido por el público, que coreaba cada letra. Hubo química, y eso no siempre pasa. El concierto tuvo algo de mágico, y me sigo preguntando por qué demonios no se habla más de Shinova, cuando nada tienen que envidiar a otros grupos de rock en castellano. Su directo es electrizante, con una banda en plena forma y un líder, Gabriel de la Rosa, que no deja de buscar la complicidad de la audiencia en cada momento.

Canciones como «El Álbum», «Gigantes», «Ídolos (Los Mejores Momentos Están por Llegar)», «Cartas de Navegación» o «Mirlo Blanco» protagonizaron un show que tuvo ese punto épico tan especial que no es fácil de encontrar en un festival. Sin duda, uno de nuestros conciertos favoritos de esta edición del Atlantic Fest.

La primera jornada del festival ya nos dejaba muy buen sabor de boca. Si bien es cierto que había mucha menos gente de la que habría el sábado, el ambiente ya era especial.