Belle and Sebastian, Festival Noroeste Estrella Galicia, Praia de Riazor (A Coruña), 10-08-18
Allá por 1986, el Concello de A Coruña organizaba la primera edición del Festival Noroeste Rock. Por aquel entonces, grupos destacados del panorama nacional como Burning, Mermelada, Glutamato Yeyé, La Mode, Peor Imposible, Os Resentidos o Siniestro Total reunían alrededor de 30000 personas en el festival, celebrado durante las fiestas de María Pita. Tras muchos años de idas y venidas, en los que hubo grandes conciertos como el de Suede en 2013, en 2015 llega al Concello la Marea Atlántica y, con ella, el impulso definitivo al festival. El coruñés José Manuel Sande, con amplia trayectoria cultural y procedente del Centro Galego de Artes da Imaxe, se hace cargo de la Concellería de Cultura y logra expandir el Festival Noroeste por distintos espacios de la ciudad más allá de la Praia de Riazor. Mando Diao, Los Planetas, La Bien Querida, León Benavente, Coque Malla o La Bien Querida protagonizan este edición en la que nace el festival tal y como es ahora, casi una semana de conciertos gratuitos por toda la ciudad. En 2016 llega el gran patrocinador, Estrella Galicia, y la consagración de este nuevo enfoque del festival, con miles de visitantes que llenan hoteles y bares durante casi una semana.
Esta 32 Edición del Festival Noroeste Estrella Galicia traía más de 80 bandas y artistas, con más de un 60% de presencia femenina en el cartel. The Pretenders y Belle and Sebastian eran los cabezas de cartel de los conciertos de la Praia de Riazor.
Los escoceses Belle and Sebastian son todo un referente de la música indie y del pop en general. Más de 20 años de carrera y diez discos publicados, el último de ellos, «How to Solve Our Human Problems» (2018), una trilogía de tres EPs. No era la primera vez que tocaban en Galicia, ya que en 2014 actuaron en la Praza da Quintana de Santiago de Compostela. Conscientes de su condición de protagonistas de la noche, su líder Stuart Murdoch salió al escenario dispuesto a ganarse tanto a los fans como a los no adeptos. «Act of the Apostle» daba comienzo al guateque pop de la banda, seguida de la no menos popular «I’m a Cuckoo». Murdoch daba el contrapunto al aparente hieratismo del grupo sobre el escenario bailando hacia el público, poniendo mil poses y sonriendo en todo momento. En las primeras canciones, la banda no sonó todo lo bien que se esperaba, pero la cosa fue mejorando durante el concierto.
Murdoch buscó la participación del público desde las primeras canciones. Poco tardó en sacar a bailar a una voluntaria de entre los presentes, si no me equivoco durante «Perfect Couples». El acertado setlist buscaba contentar con todos, con temas muy conocidos como «Another Sunny Day», alternando con algunos menos conocidos como «Poor Boy», «We Were Beautiful» o «Show Me the Sun», extraídos de su último trabajo, o «Jonathan David», single no incluido en sus álbumes. El punto que marcó un antes y un después en el concierto fue la invitación a decenas de personas a subirse al escenario a bailar en «The Boy with the Arab Strap». Además del baile, acabaron sentados al borde de las tablas y protagonizando un divertido momento con Stuart tratando de que una chica tradujese sus palabras al español (en un primer momento las repitió en inglés). Los voluntarios que subieron al escenario siguieron bailando la pegadiza «I Didn’t See It Coming», tras la que tuvieron que despedirse de la banda. «I Want the World to Stop» cerraba el concierto antes del esperado bis.
«Funny Little Frog» abría un breve bis que terminaba por todo lo alto con «The Party Line» y Murdoch saliendo a cantar entre el público por la terraza del Playa Club. Es innegable que Stuart Murdoch tiene carisma y lo demuestra en cada concierto. Seas adorador o no de los Belle and Sebastian, en su directo trata de implicar al público y hacer que se lo pasen bien, algo que siempre es de agradecer.
A algunos se les hizo corto el concierto, de alrededor de una hora y cuarto de duración, olvidando que por muy cabezas de cartel que sean se trata de un festival con más grupos y no de un concierto en solitario. Al menos nos dejaron un bis, cosa que creo que no hicieron The Pretenders al día siguiente.
Muchos han criticado también la inversión en el festival, que por otra parte ha llenado la ciudad de visitantes durante días con un impacto económico considerable. Nunca llueve a gusto de todos. La realidad es que el Festival Noroeste Estrella Galicia es ya un referente entre los festivales gallegos. Además de la calidad de sus bandas, el apoyo a artistas locales y la puesta en valor de espacios de la ciudad como la Praza das Bárbaras, el Campo da Leña o el Castelo de San Antón, el festival ha roto una lanza en favor de la presencia de artistas y bandas con mujeres en su cartel, que esperemos que otros tomen como ejemplo. Por si he olvidado mencionarlo, y a excepción de tres conciertos en teatros, todo el festival sigue siendo gratuito, así que poco más tengo que añadir. Ojalá otros tomasen nota del Festival Noroeste.
No se puede expresar mejor. De acuerdo al 100%, es un gustazo volver a casa por vacaciones y encontrar tantos motivos para dale a pasear y oír música por distintos escenarios de la ciudad. Apoyo a quien sea el responsable del cómo, quiénes, cuándo y dónde de este festival, mi enhorabuena a él o ellos. Un saludo.
Me alegro de que te haya gustado la crónica y, por supuesto, el festival. Me hubiese gustado ir a más conciertos, pero este año no he podido por trabajo. Los organizadores han hecho un gran trabajo y cada vez hay más público, es un gran ejemplo de buena inversión cultural. Gracias por comentar, David. Un saludo