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Daniel Johns – Talk (2015)

No debe resultar fácil debutar en solitario cuando tu anterior banda ha tenido una importante trayectoria. Incluso los más grandes, gente como Paul McCartney o Dave Gahan, no han podido hacer sombra en sus trabajos en solitario a las canciones de The Beatles o Depeche Mode, respectivamente. Aunque hoy día si os pido que me nombréis a una banda australiana probablemente todos me señaléis a AC/DC o a Tame Impala, los casi 20 años de carrera de Silverchair les encumbraron como una de las grandes bandas de su país (y continente), probablemente entre las diez mejores. A día de hoy todavía mantienen el récord de ARIA Music Awards (premios de la industria musical australiana), un total de 21 ganados y 49 nominaciones. Han vendido alrededor de 8 millones de copias de sus cinco álbumes en todo el mundo y, pese a ello, nunca han logrado el reconocimiento que merecían a nivel mundial.
Cuatro años después de anunciar la separación por tiempo indefinido de la banda, su líder, vocalista y guitarrista, Daniel Johns, debuta en solitario con un disco sorprendente. Si bien Silverchair siempre se caracterizaron por un sonido más bien rockero, «Talk» (2015) se aleja de todo ello buscando nuevos horizontes en la música electrónica. Para ello, ha contado con la colaboración de Joel Little, uno de los compositores y productores de canciones de artistas como Lorde, Broods o Sam Smith, entre otros. Podría parecer que Johns saldría malparado de esta aventura (recordemos aquel despropósito que facturaron Chris Cornell y Timbaland en 2009), pero no sólo sale airoso, sino que nos deja uno de los álbumes más frescos y originales de este año.
Daniel no esconde las influencias y la música que le ha inspirado en esta nueva etapa. De hecho, ha publicado en Spotify una interesante lista en la que encontramos desde clásicos de la música electrónica como Kraftwerk o Massive Attack hasta pesos pesados del R&B actual como Drake o Usher, pasando por propuestas más recientes como las de Burial, James Blake o Disclosure. Todo ello ha inspirado temazos como «Aerial Love», una sensual propuesta R&B que bien podría firmar Frank Ocean y con unos giros vocales dignos del mismísimo James Blake. 
Una producción impecable y exquisita que brilla a lo largo de las 15 canciones que componen el álbum, como la enorme «Cool On Fire», una delicia bailable que debería convertirse en el hit indie rompepistas de la temporada. «We Are Golden» es otra de las joyas para la pista de baile, mientras que «Preach», «Chained» o «Dissolve» se rinden a la emoción pura y dura de la voz del australiano. Una voz que se desnuda por completo en baladas hipnóticas como «Sleepwalker» o «Warm Hands». Pero sin duda lo mejor de este álbum es que se disfruta de principio a fin en cada nueva escucha, redescubriendo temazos como «By Your Side» o sorprendiéndose con joyas tan inclasificables y excitantes como «Going On 16» o la rareza máxima de «Good Luck». Cuesta creer que quien canta en «Imagination» es Johns y no Prince, y que la producción un poco a lo banda sonora de «Matrix» de «Sleepwalker» no desentone en el conjunto, pero lo cierto es que no lo hace. 
Una generosa hora de buena música de la que se han quedado fuera dos buenos temas como eran «Surrender» y «Late Night Drive», que aparecían en el EP «Aerial Love» que precedió la salida del disco.

Pero no sólo «Talk» resulta sorprendente, sino también los videoclips que van surgiendo con algunos de sus singles. El de «Aerial Love» ha sido el primer vídeo musical grabado enteramente con «drones», «Going On 16» ha surgido como proyecto del Festival Internacional de Animación de Newcastle, en el que han participado 43 animadores distintos con un resultado alucinante, mientras que el de «We Are Golden» ha sido el más sorprendente de todos. Una colaboración con el diseñador David Jones en la que 42 cámaras de fotos se disparaban con el sonido de los instrumentos al tiempo que varias modelos desfilan con la ropa de la colección #ShotBySound.

Como veis, Daniel Johns no deja nada al azar. Más allá de su imagen über-cool, el australiano entrega una de las propuestas más interesantes de la música actual, probablemente adelantándose a su tiempo. En Pitchfork ni siquiera le mencionan y por el momento no tiene planes de gira a nivel mundial, pero sería increíble poder escuchar «Talk» en directo. 

La historia de la música está plagada de artistas que han hecho justo lo que nadie se esperaba de ellos, pero sólo unos pocos alcanzan la genialidad con el cambio. Daniel es, sin duda alguna, uno de ellos. 

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