Fuel Fandango – Trece Lunas (2013)
No sé vosotros, pero yo viví la irrupción de Fuel Fandango en el panorama musical español como una de las mejores cosas que le han ocurrido a nuestra música en los últimos años. Una propuesta muy original (no sólo mezclar – prefiero evitar la palabra «fusión» – flamenco con pop, rock o electrónica, sino combinar con normalidad inglés y castellano en las letras), una seguridad y unas tablas como pocas bandas debutantes (sus directos están a la altura de los mejores de este país), una preocupación por la puesta en escena que la mayoría de grupos nacionales ni se plantean… Son, todos ellos, elementos que hacen de Fuel Fandango una de las mejores bandas surgidas en este país en los últimos años.
«Fuel Fandango» (2011) fue todo un soplo de aire fresco. El mejor debut de un grupo español aquel año (al menos para mí), canciones frescas y contagiosas y, sobre todo, la confirmación de que no todo está inventado en la música española. Un grupo de esos que se sitúan, además, en la incómoda línea (para los críticos) que separa el indie del mainstream, y que incita al oyente a hacerse fan de una banda y no de una etiqueta.
Así que aquí estamos, dos años después y con una gira internacional de por medio, preparados para hablar del segundo trabajo de Fuel Fandango y comprobar si su cóctel sigue siendo igual de refrescante que entonces.
La respuesta es que sí. Superado el factor sorpresa de su primera entrega, el dúo que forman Ale Costa y Nita aprueba con nota en este segundo álbum. Alternan hits de factura impecable marca de la casa como el primer single, «New Life», que combina letra en inglés con estribillo en castellano e invita a bailar desde el primer momento, con baladas como «Fragile» (…nobody wants to be broken/ we just want to be loved…) o temas rockeros como «Read My Lips» o «Little Pain», que hacen gala de la versatilidad musical del grupo. También vuelven a brillar cuando apuestan por incorporar elementos de la música brasileira en «Nature», una de las canciones más memorables de «Trece Lunas» (…entre montañas, la lluvia y el sol/ yo voy buscando tu calor…) con la que se nos hace imposible dejar de mover las caderas.
Cuando escuchas un temazo como «Tell Me» te preguntas: ¿De verdad son españoles? Y es que lo más sorprendente de una banda tan joven como Fuel Fandango es la calidad de sus temas, la producción, el sonido… el trabajo que se nota que hay detrás de su propuesta, y que les sitúa por encima de sus futuros imitadores (que estoy seguro de que los habrá). Hablando de temones no puedo olvidarme de otro hit como «Maze», con el que seguro nos pondrán a saltar en más de un festival. Quizás la mayor sorpresa del disco sea el tema que da título al disco, «Trece Lunas», y que es la primera cantada íntegramente en castellano. No sólo no pierden fuerza, sino que ganan al pasar el flamenco por su innovador filtro. Y es que pese a que las palmas se conviertan en sonidos sintéticos, hay muchas influencias del sur en canciones como «Thai».
Innovar es esto, señores. Saltarse las normas y construir canciones sin prejuicios, haciendo la música que te gusta en el idioma que te apetezca. Ya tenemos muchos bandas indies y muchos conjuntos pop, pero necesitábamos a unos Fuel Fandango. Y si no existiesen, habría que inventarlos.