Holywater – Wasteland (2012)
Hablar de Holywater es hablar acerca de una de las bandas más veteranas del rock independiente gallego. Nada menos que catorce años son los que llevan pateándose la carretera, dando conciertos y evolucionando desde un sonido más pop hacia el rock puro y duro que practican hoy día. Si uno escucha, por ejemplo, «Pools of Mud», de su debut «Handle with Care» (2002), es más que evidente que su sonido se ha ido endureciendo con el paso del tiempo, aunque conserva el sello personal de la banda. Pero no estamos aquí para hablar del pasado de Holywater, sino de su presente.
«Wasteland» (Ernie Records, 2012), es el quinto álbum de los lugueses, y eso se nota. Grabado en los estudios Ultramarinos Costa Brava, por donde han pasado gente como Nueva Vulcano, The New Raemon o Delorean, entre otros, y co-producido por la propia banda junto a Santi García, Holywater nos entregan once cortes contundentes y repletos de energía.
«Grow Deaf with Silence» abre el disco con sus guitarras afiladas y toda la rabia en la voz de Ricardo Rodríguez. Por momentos recuerdan a los ya desaparecidos The Unfinished Sympathy, en el mejor de los sentidos. Ya más calmados en «Deeper Down the Grass», no pueden evitar que la canción acabe en todo un estallido rockero que prosigue en «59.45».
Quizás «Dive in Time» es uno de los temas que mejor definen ese equilibrio entre la calma y las explosiones de energía que la banda parece dominar, y donde brilla especialmente su sonido. «There’s Something Around» tiene un sonido más clásico, al igual que «Superpower», un repetitivo tema de 57 segundos que, al menos a mí, me sobra un poco en el conjunto del disco.
Sobre todo, porque a continuación llega otro de los momentos cumbre del disco, «Same Old Moon», al que sigue la línea emo-core tan presente en «Brave, Free». En «The Man Who Raises and Falls with the Sun» practican un ejercicio de contención rockera sin dejarse llevar por la rabia. El tema que da título al disco, «Wasteland», es otro de los puntos álgidos de este trabajo. Uno de los mejores estribillos del álbum y una de las canciones más adecuadas para definir: «Esto es Holywater». El estupendo cierre lo pone la desgarradora y muy acertada «What’s the Point».
«Wasteland» es un disco completamente disfrutable desde el principio, pero son necesarias varias escuchas para llegar a valorarlo en profundidad. Lo de Holywater es rock, tan sencillo como eso, y probablemente sean una de las bandas españolas que mejor saben hacerlo.