Hurts – Happiness (2010)
Decir que vivimos una época de «revival» en la música no es nada nuevo. Quizás en los últimos años se esté notando más, ya que grupos como The Drums, por ejemplo, no sólo recuperan el espíritu de la «new wave», sino que lo recrean desde los videoclips a la producción del disco, que suena como sacado de otro tiempo. Pero lo que pretenden Hurts, a diferencia de The Drums, es apelar a la nostalgia y al synthpop ochentero para llamar la atención de un público que abarque desde los más adolescentes hasta los más entrados en canas.
No inventan nada, eso está claro. Pero lo han vendido muy bien. Les han bastado un par de canciones, «Wonderful Life» y «Better than Love», para conseguir levantar una gran expectación ante su disco de debut. Algunos negaban las comparaciones con Depeche Mode pero, seamos razonables, uno no busca a Anton Corbijn para que le haga las fotos de promoción si no buscase una asociación inconsciente (o muy consciente) del público con el trío británico. Eso sí, en lo musical no se parecen tanto.
Nos encontramos ante 11 canciones que hacen un recorrido por todos los «palos» del synthpop ochentero. Además de que suenan familiares a The Beloved, A-HA, Ultravox, etc, estos chicos hablan en sus letras de amor y sufrimiento cuasi adolescente, aunque revestido de mucha elegancia, eso sí. Desde «Blood, Tears & Gold», sobre un amor imposible, a las promesas románticas de proteger a la amada/o de «Silver Lining», pasando por los problemas de enamorarse de una persona que no te conviene («Wonderful Life»). Pero, en mi opinión, son momentos como «Sunday» (ese estribillo le vendría como anillo al dedo a Morten Harket) los que hacen brillar verdaderamente el potencial del dúo. Las noches sin amantes, parecen tan largas/ sé que te abrazaré algún día/ pero hasta que vuelvas a donde perteneces/ es sólo otro solitario domingo… Y es en ese punto en el que más brillan, cuando no sólo se trata de típicas y tópicas letras sobre te-quiero-pero-no-sé-cómo-decírtelo («Stay»), sino que se acompañan de preciosas melodías y épicos coros. Después vuelven a revestir sus letras de sonidos más tristes y melancólicos («Illuminated») e incluso se atreven con letras más profundas sobre el amor «en la salud y en la enfermedad» («Evelyn»), con resultados dignos. Luego vienen «Better Than Love», digna heredera de los Erasure y que en otro tiempo se hubiese convertido en himno generacional, el dueto con Kylie («Devotion»), que resulta más bien anecdótico, «Unspoken» (te-quiero-pero-no-me-pidas-que-cambie) y «The Water», para cerrar el disco con baladón.
No inventan nada, eso está claro. Pero lo han vendido muy bien. Les han bastado un par de canciones, «Wonderful Life» y «Better than Love», para conseguir levantar una gran expectación ante su disco de debut. Algunos negaban las comparaciones con Depeche Mode pero, seamos razonables, uno no busca a Anton Corbijn para que le haga las fotos de promoción si no buscase una asociación inconsciente (o muy consciente) del público con el trío británico. Eso sí, en lo musical no se parecen tanto.
Nos encontramos ante 11 canciones que hacen un recorrido por todos los «palos» del synthpop ochentero. Además de que suenan familiares a The Beloved, A-HA, Ultravox, etc, estos chicos hablan en sus letras de amor y sufrimiento cuasi adolescente, aunque revestido de mucha elegancia, eso sí. Desde «Blood, Tears & Gold», sobre un amor imposible, a las promesas románticas de proteger a la amada/o de «Silver Lining», pasando por los problemas de enamorarse de una persona que no te conviene («Wonderful Life»). Pero, en mi opinión, son momentos como «Sunday» (ese estribillo le vendría como anillo al dedo a Morten Harket) los que hacen brillar verdaderamente el potencial del dúo. Las noches sin amantes, parecen tan largas/ sé que te abrazaré algún día/ pero hasta que vuelvas a donde perteneces/ es sólo otro solitario domingo… Y es en ese punto en el que más brillan, cuando no sólo se trata de típicas y tópicas letras sobre te-quiero-pero-no-sé-cómo-decírtelo («Stay»), sino que se acompañan de preciosas melodías y épicos coros. Después vuelven a revestir sus letras de sonidos más tristes y melancólicos («Illuminated») e incluso se atreven con letras más profundas sobre el amor «en la salud y en la enfermedad» («Evelyn»), con resultados dignos. Luego vienen «Better Than Love», digna heredera de los Erasure y que en otro tiempo se hubiese convertido en himno generacional, el dueto con Kylie («Devotion»), que resulta más bien anecdótico, «Unspoken» (te-quiero-pero-no-me-pidas-que-cambie) y «The Water», para cerrar el disco con baladón.
El tiempo dirá si son producto de temporada o algo más. Aún así, como todo dulce, su música resulta muy atractiva y, dentro de lo que es, totalmente disfrutable. Pero seamos honestos, aquí no hay más profundidad letrística que en la de la liga más comercial de la canción melódica y para convertirse en buen grupo de tecnopop hay que estar dispuesto a sudar en el escenario, despeinarse, y saber lo que realmente es sufrir de verdad por un amor no correspondido (de eso Martin Gore debe saber un rato a juzgar por sus letras). ¿De verdad creéis que Hutchcraft con esa carita habrá sido alguna vez rechazado?
Calificación: 7/10
Coincidimos básicamente en todo. A mí también me parece que "Sunday" es el mejor momento del disco, y que en general las letras son simples y anodinas. Pero estos chicos tienen un algo adictivo que consigue que su disco se escuche muy bien del tirón, aunque el tramo final ("Devotion"-"Unspoken"-"Water") se me haga algo más pesado. "Verona", el bonus track, me gusta muchísimo, por cierto.
Si con su siguiente disco van a más, pueden convertirse en un grupo a seguir muy de cerca. El problema es que últimamente se editan muy buenos debuts y muy pocas continuaciones a la altura…
a mi estos chicos me son como un consolador. Suenan muy bien pero me dejan más bien fria, sus canciones no tienen pasión. Después de escucharlos 3 veces ya no me volvio apatecer oirlos más.
Ambos tenéis razón. Me comentaba David por Facebook que fue ayer a verlos y mucha elegancia pero sudor y pasión poca. Sin embargo hoy en jenesaispop ponen su concierto por las nubes. Yo hubiese preferido ir a ver los últimos conciertos de A-HA, aunque me temo que ya no será posible. Muchas gracias por los comentarios. Pese a que siga siendo un blog sin beneficio económico, es reconfortante saber que cada vez hay más gente al otro lado. Gracias.