Kanye West – My Beautiful Dark Twisted Fantasy (2010)
El rey del pop no ha muerto. Sigue vivo y se llama Kanye West. Ya en el injustamente incomprendido «808s & Heartbreak» (2008), dejaba muy claras sus intenciones con temazos como «Street Lights», «Love Lockdown» o «Heartless», que lo situaban más allá del R&B, del hip hop o del pop. No es de extrañar, por tanto, que ahora nos venga con uno de los mejores discos del año (para muchos el mejor).
Según se comenta en la red, tras la tímida acogida de «808s & Heartbreak» por parte de los medios, Kanye explotó en la gala de los MTV Video Music Awards interrumpiendo el discurso de Taylor Swift, que recogía el premio a mejor videoclip femenino del año y reclamándolo para Beyoncé por «Single Ladies (Put a Ring On It)» (¿acaso a nosotros no nos hubiesen entrado ganas de hacer lo mismo?). Después de la pertinente disculpa mediática, Kanye decidió cancelar su gira junto a Lady Gaga y decidió retirarse a Oahu (Hawaii), para descansar de toda la presión a la que los medios lo habían sometido. Fue allí donde poco a poco fue saliendo de su cabeza todo lo que ahora podemos escuchar en «My Beautiful Dark Twisted Fantasy».
Creada por George Condo, fue su portada la que acaparó las primeras críticas y censuras por parte de algunas tiendas de discos. En ella se puede ver una pintura de Kanye desnudo con una botella en la mano y una mujer alada sin brazos sobre él. Pero no se trata del desnudo en sí, sino del intencionado feísmo con el que ha sido retratado, no se sabe muy bien si por vengarse de los medios musicales o por despreciar el formato físico del disco (ya que os lo vais a descargar, poco importa la portada, como ya hicieran System Of A Down con «Steal This Album!» (2002)). De todos modos, existen otras 5 portadas (todas ellas me parecen mejores que la que os comentaba), entre ellas la que ilustra esta reseña, también creada por George Condo.
Pero vayamos a lo que de verdad nos importa, que son las canciones. Los que habíamos visto «Runaway», el ambicioso mediometraje de Kanye que ahora se incluye en una edición especial del disco, habíamos podido comprobar ya la alta calidad de sus nuevas composiciones. Rodeado por unos colaboradores de lujo (no todos pueden reunir a Rihanna, Jay-Z, Raekwon, Kid Cudi, Pusha T, Bon Iver, The RZA y un largo etcetera en un solo disco), Kanye West se ha propuesto ir todavía más allá que en su anterior disco y crear un sonido propio en el que no cabe ninguna etiqueta posible. Es al mismo tiempo R&B, pop, hip hop, y al mismo tiempo ninguno de ellos.
«My Beautiful…» contiene temazos absolutamente insuperables. Ahí tenemos, por ejemplo, «All of the Lights», con un buen puñado de voces maravillosas, entre ellas a destacar las de Rihanna, Elton John o Alicia Keys, y que ya se ha colado en las listas de mejores canciones de este 2010; la fuerza y grandiosidad de «Power» (que ya ha sido nominada a un Grammy, esperemos que lo consiga), la belleza y espectacularidad de «Runaway» o la asombrosa «Lost in the World», que surge a partir de la canción «Woods» de Bon Iver. Porque esa es otra de las grandezas de Kanye, incorporar los samplers de canciones ajenas y hacerlos suyos, como parte de un collage total y con identidad propia. Sólo por citar los más destacables, ahí tenemos el tema que abre el disco, «Dark Fantasy», cuyos versos Can We Get Much Higher? están extraídos de «In High Places», de Mike Oldfield; «Power», que incluye un fragmento de «21st Century Schizoid Man», de King Crimson, o la anteriormente mencionada «Lost in the World», en la que samplea a Bon Iver, que además colabora tanto en este tema como en «Monster».
En sus letras, Kanye disecciona la sociedad actual y critica especialmente el sueño norteamericano (ahí está ese «Who Will Survive in America» que pone punto y final al disco). Nada ni nadie escapa de su crítica, ya sean sus compañeros de profesión (…look like a fat booty Celine Dion / sex is on fire/ i’m the king of Leona Lewis… dice en «Dark Fantasy»), la política o el cine (…Colin Powells, Austin Powers/ Lost in translation with a whole fuckin’ nation/ They say I was the obamanation of Obama’s nation/ Well, that’s a pretty bad way to start the conversation… reza la genial letra de «Power») pasando por la muerte de Michael Jackson (…something wrong / I hold my head/ MJ gone…our nigga’ dead!/ I slapped my girl, she called the feds/ I did that time and spent that bread/ I’m heading home, I’m almost there/ I’m on my way, heading up the stairs/ to my surprise, a nigga’ replacing me/ I had to take ‘em to that ghetto university… es parte de la letra de la alucinante «All of the Lights»).
Y es que «My Beautiful…» es un disco del que podríamos hablar durante horas, días incluso, sin cansarnos. Pero lo mejor, como siempre, es escucharlo por nosotros mismo y dejarnos llevar. Como bien decía Frank-T: «no es una pintura, no es una escultura, solamente rima pura y dura, es una gran obra maestra».
Según se comenta en la red, tras la tímida acogida de «808s & Heartbreak» por parte de los medios, Kanye explotó en la gala de los MTV Video Music Awards interrumpiendo el discurso de Taylor Swift, que recogía el premio a mejor videoclip femenino del año y reclamándolo para Beyoncé por «Single Ladies (Put a Ring On It)» (¿acaso a nosotros no nos hubiesen entrado ganas de hacer lo mismo?). Después de la pertinente disculpa mediática, Kanye decidió cancelar su gira junto a Lady Gaga y decidió retirarse a Oahu (Hawaii), para descansar de toda la presión a la que los medios lo habían sometido. Fue allí donde poco a poco fue saliendo de su cabeza todo lo que ahora podemos escuchar en «My Beautiful Dark Twisted Fantasy».
Creada por George Condo, fue su portada la que acaparó las primeras críticas y censuras por parte de algunas tiendas de discos. En ella se puede ver una pintura de Kanye desnudo con una botella en la mano y una mujer alada sin brazos sobre él. Pero no se trata del desnudo en sí, sino del intencionado feísmo con el que ha sido retratado, no se sabe muy bien si por vengarse de los medios musicales o por despreciar el formato físico del disco (ya que os lo vais a descargar, poco importa la portada, como ya hicieran System Of A Down con «Steal This Album!» (2002)). De todos modos, existen otras 5 portadas (todas ellas me parecen mejores que la que os comentaba), entre ellas la que ilustra esta reseña, también creada por George Condo.
Pero vayamos a lo que de verdad nos importa, que son las canciones. Los que habíamos visto «Runaway», el ambicioso mediometraje de Kanye que ahora se incluye en una edición especial del disco, habíamos podido comprobar ya la alta calidad de sus nuevas composiciones. Rodeado por unos colaboradores de lujo (no todos pueden reunir a Rihanna, Jay-Z, Raekwon, Kid Cudi, Pusha T, Bon Iver, The RZA y un largo etcetera en un solo disco), Kanye West se ha propuesto ir todavía más allá que en su anterior disco y crear un sonido propio en el que no cabe ninguna etiqueta posible. Es al mismo tiempo R&B, pop, hip hop, y al mismo tiempo ninguno de ellos.
«My Beautiful…» contiene temazos absolutamente insuperables. Ahí tenemos, por ejemplo, «All of the Lights», con un buen puñado de voces maravillosas, entre ellas a destacar las de Rihanna, Elton John o Alicia Keys, y que ya se ha colado en las listas de mejores canciones de este 2010; la fuerza y grandiosidad de «Power» (que ya ha sido nominada a un Grammy, esperemos que lo consiga), la belleza y espectacularidad de «Runaway» o la asombrosa «Lost in the World», que surge a partir de la canción «Woods» de Bon Iver. Porque esa es otra de las grandezas de Kanye, incorporar los samplers de canciones ajenas y hacerlos suyos, como parte de un collage total y con identidad propia. Sólo por citar los más destacables, ahí tenemos el tema que abre el disco, «Dark Fantasy», cuyos versos Can We Get Much Higher? están extraídos de «In High Places», de Mike Oldfield; «Power», que incluye un fragmento de «21st Century Schizoid Man», de King Crimson, o la anteriormente mencionada «Lost in the World», en la que samplea a Bon Iver, que además colabora tanto en este tema como en «Monster».
En sus letras, Kanye disecciona la sociedad actual y critica especialmente el sueño norteamericano (ahí está ese «Who Will Survive in America» que pone punto y final al disco). Nada ni nadie escapa de su crítica, ya sean sus compañeros de profesión (…look like a fat booty Celine Dion / sex is on fire/ i’m the king of Leona Lewis… dice en «Dark Fantasy»), la política o el cine (…Colin Powells, Austin Powers/ Lost in translation with a whole fuckin’ nation/ They say I was the obamanation of Obama’s nation/ Well, that’s a pretty bad way to start the conversation… reza la genial letra de «Power») pasando por la muerte de Michael Jackson (…something wrong / I hold my head/ MJ gone…our nigga’ dead!/ I slapped my girl, she called the feds/ I did that time and spent that bread/ I’m heading home, I’m almost there/ I’m on my way, heading up the stairs/ to my surprise, a nigga’ replacing me/ I had to take ‘em to that ghetto university… es parte de la letra de la alucinante «All of the Lights»).
Y es que «My Beautiful…» es un disco del que podríamos hablar durante horas, días incluso, sin cansarnos. Pero lo mejor, como siempre, es escucharlo por nosotros mismo y dejarnos llevar. Como bien decía Frank-T: «no es una pintura, no es una escultura, solamente rima pura y dura, es una gran obra maestra».
Calificación: 9’5/10
Escúchalo en Spotify
Como veníamos hablando, en efecto es un discazo. No sé si yo le daría esa nota (con las calificaciones ya se sabe, cada cual tiene su propio baremo), pero lo cierto es que tiene muchos boletos para figurar en unas cuantas listas (además de las de Paragustoscolores y El Abismo) de lo mejor del 2010. Y no será por falta de competencia…
Hombre, a mi me cuesta dar un 10, como hizo Pitchfork hace unos días (y que tiene un cierto tufillo a marketing por ahí, pero bueno), pero creo que es un pedazo de disco. Y me he enganchado a su escucha como un adolescente, escuchandolo una y otra vez. Lo que menos me ha gustado ha sido la portada.
La portada es feocha, sí, pero seguro que será recordada, jejeje. Yo rehuyo el sistema de notas porque me parece arriesgado, y lo cierto es que en todos mis blogs de visita habitual donde sí las ponen soy bastante tocahuevos con el por qué de cada puntuación, jejeje. Vamos, que si en lo sucesivo te doy mucho la brasa con el tema no te lo tomes a mal… A mí me parece dificilísimo concretar una opinión con un simple número, más aún si tenemos en cuenta que, por ejemplo en el terreno musical, un 10 es algo que yo personalmente sólo reservaría para discos de esos "bigger than life" como "Born to run", "A Night at the Opera", "OK Computer", "The Dark Side of the Moon" o "A Love Supreme". Y claro, competir con eso es casi imposible. Si sale uno de este nivel al año ya puedes darte con un canto en los dientes. Además, también creo que hace falta cierta perspectiva para darle esa notaza a un álbum (lo dice un tío que los 5 primeros días de escuchas siempre piensa que los discos de Arcade Fire o Muse se merecen todos un 11, jejeje). Dicho lo cual (y precisamente por ello), lo de Pitchfork me parece más la típica boutade para dar un golpe sobre la mesa y generar todo tipo de reacciones que una calificación bien pensada.
Sobre el disco en sí: lo he vuelto a escuchar esta mañana en el gym y no deja de parecerme fabuloso, pero hay tres temas seguidos ("Monster", "So apalled" y "Devil in a new dress") que rebajan un poco mi interés (es que el resto me parece brutal). Claro que tal vez aún no los haya interiorizado como merecen…
Finalmente: yo creo que a Kanye se le fue la olla de muy mala manera con lo de Taylor Swift y que su comportamiento es indefendible. Pero como yo no juzgo la música que un tío hace por lo bien o lo mal que me caiga (si no íbamos jodidos), me alegro mucho de que el Sr. West se dedique a esto y de que lo haga tan bien 🙂
Hala, fin del ladrillo.
Pues yo hoy he reescuchado esto unas semanas después y no entiendo el revuelo. Sin ser un mal disco, me parece el más flojo de Kanye si no tenemos en cuenta la bromita aquella del vocoder. Aún teniendo cuatro o cinco temas sobresalientes, le falta toda la mala uva que sí tenía en los tres anteriores.