Latitudes (19 de agosto): que vienen los suecos!
El nuevo festival nacido este año en Vigo se esperaba con curiosidad y expectación. El cartel de la primera edición del Latitudes ha estado principalmente orientado al rock, con Iggy Pop como gran protagonista, y con menos grupos (4 en cada jornada) que otros festivales de formato mediano, haciendo un equilibrio entre artistas internacionales y gallegos.
Abrían el festival los vigueses Zålomon Grass. Bajo un sol de justicia que empujó a casi todo el público a situarse en una zona de sombra alejada de las primeras filas, la banda presentó los temas de sus dos EP’s publicados hasta el momento. El trío, formado por Mauro Comesaña (The Soul Jacket, Los Naipes), David Rodd (Jaguars, Karma Animal, You Dog!) y Gabriel McKenzie (Spoonful, You Dog!), practica un rock’n’roll con tintes setenteros que nos puede recordar tanto a Deep Purple («Back Where I’m From») como a grupos más actuales que miran también al sonido rockero de aquella época, como Wolfmother. Su «blues cósmico», como ellos mismos lo definen, sirvió de caluroso recibimiento al público que iba llegando al Latitudes.
¿Qué decimos a estas alturas de las Bala? El dúo de stoner rock que muchos vimos nacer o dar sus primeros pasos en el mágico Liceo Mutante pontevedrés ha alcanzado una fama internacional que les ha llevado a girar por todo el mundo, desde el desierto de Mojave en California (el festival Stoned and Dusted) hasta Portugal (SonicBlast Festival, hace apenas una semana). La fuerza de su directo es brutal, con Anxela y Violeta dejándose la voz y la piel tocando (lo de Violeta a la batería es más propio de Animal, aquella marioneta de los Teleñecos que tocaba salvajemente la batería, que de un ser humano). Canciones como «Colmillos» o «Agitar» formaron parte de un concierto que supo a victoria de un equipo que jugaba en casa.
Para aquellos que todavía no las hayáis visto en directo (que ya estáis tardando, leñe), aún les quedan un par de fechas en Galicia en los próximos días, en el festival Revolta do Umia (Cuntis) el 27 de agosto y en el Barbeira Season Fest (Baiona) el 1 de septiembre. Si aún así os las perdéis, el 21 de octubre tendréis una nueva oportunidad de verlas en concierto en la Sala Capitol.
Cayó la noche y llegó el turno de Mando Diao. La banda sueca liderada por Björn Dixgård salió a por todas desde el minuto uno. Con más de 20 años de trayectoria y 10 discos publicados, el grupo ha pasado por cambios en su formación, pero han sabido adaptarse y las tablas se notaron el pasado viernes en el Latitudes. Arrancaron con «Stop the Train», de su último trabajo, y no tardaron en llegar algunos de sus temas más populares, como «Down in the Past», «Gloria» o «You Got Nothing On Me». Dixgård no dejó de jalear y buscar la complicidad del público en cada momento, y lo consiguió.
La locura llegó con la traca final, con la contagiosa «Long Before Rock ‘n’ Roll» y, especialmente, con la última canción, «Dance with Somebody». Miles de personas corearon cada letra de una canción que lleva sonando en cada pub indie, pop o rockero desde 2009 y que es ya un clásico moderno a medio camino entre el rock y la música disco. Nos dejamos toda la energía saltando y coreando su estribillo: I’m falling in love with your favorite song/ I’m gonna sing it all night long/ I’m gonna dance with somebody/ Dance with somebody/ Dance, dance, dance… Fue uno de los momentos cumbre de esta primera edición del Latitudes y el concierto de Mando Diao será recordado por todos los asistentes como uno de los mejores. Un bolazo en toda regla y, sin duda alguna, el mejor concierto del viernes.
No empezaron con buen pie los Two Door Cinema Club. Al menos durante las 3 primeras canciones, «I Can Talk», «Undercover Martyn» y «Are We Ready? (Wreck)», el sonido era pésimo, especialmente en las primeras filas. Apenas se oía nada, y por mucho que los asistentes más próximos al escenario se quejaron, el problema tardó en solucionarse. La banda seguía a lo suyo, recreándose con el sonido funky de «Bad Decisions». Como suele suceder en estos casos, algunos dicen que siguieron sin sonar como deberían, mientras otros, como el aquí firmante, pensamos que el sonido estuvo bien de ahí en adelante. Con pocos gestos de complicidad hacia el público y apoyándose en unas proyecciones sencillas pero efectivas, el primer momento destacable del concierto llegó con la archiconocida «Something Good Can Work». El hit consiguió desperezarnos, pero no fue el momentazo que debería haber sido.
«Next Year», «Come Back Home» o «Do You Want It All?», entre otras, fueron sucediéndose en un concierto que, si bien era entretenido, no terminaba de despegar. Siguieron haciendo repaso por sus canciones más conocidas, entre ellas «Sleep Alone» o «Eat That Up, It’s Good for You». Lo que tenía que haber sido el clímax final, con la estupenda «Sun» y la celebérrima «What You Know», supo a poco. Superados los problemas de sonido, disfrutamos con el concierto, cantamos y bailamos, pero no pudimos evitar tener la sensación de que podía haber sido un conciertazo que no llegó a ser, más todavía recordando un inolvidable bolo como el que pudimos ver en el Bilbao BBK Live en 2017.
La primera jornada del Latitudes destacó por los conciertos de Mando Diao y Bala. Todos esperábamos «lo del sábado» como el gran acontecimiento del festival.