Listas: nuestros 20 discos favoritos de 2011 (I)
Un debut lleno de energía y canciones que incitan a bailar con ritmos a la más pura tendencia actual. LCD Sounsystem desapareció, pero James Murphy, bajo el sello DFA Records, ha dado a conocer a este dúo de New York, que con un primer disco, a mi forma de ver, ha pasado demasiado desapercibido en nuestro país. Es la perfecta carta de presentación para un grupo que posiblemente se convertirá en una banda que dará mucho de que hablar. Sólo le falta el gran hit, aunque canciones como «Wait And See» o «Jam For Ferry» apunten muy alto, al igual que otras canciones que tiran más hacia los medios tiempos como «Say My Name».
9. Neon Indian – Era Extraña
La primera vez que escuche el nuevo disco de Neon Indian pensé que M83 ya ejercía influencias entre sus contemporáneos, rápidamente me di cuenta de mi gran error y de lo poco que tenían que ver los unos con los otros. La banda de Texas ya tiene nombre propio a la hora de hacer música, con un debut impecable sólo nos quedaba ver como sería su esperado segundo trabajo, el cual no ha decepcionado, y que con un ambiente algo más oscuro se han adentrado dentro de una nueva revisión de la música chill. Si te gustan como a mí, los discos que te evaden a pequeños momentos de absoluta magia, no dejes de escuchar temas como «Hex Girlfriend o «Heart: Decay» y por supuesto esa gran canción que lleva por título «Polish Girl».
8. Katy B – On A Mission
Y con ella llegó el mainstream a mi lista de los diez discos del 2011. Dentro de todo lo que acoge la música popular, podemos decir que «On A Mission» es de los mejores discos que se han colado dentro de todas las cadenas de música este año. Con tan solo 22 añitos, la cantautora inglesa Kathleen Brien ha sabido hacerle competencia con su estilo y su buen saber hacer a los más grandes de la escena popular estadounidense, dejando además embobados a la escena más independiente. Con temas un poco electro, oscuros y de incursión mental como en «Katy On A Mission», temas rompepistas como «Lights On», que nos recuerdan a los mejores Moloko, y con colaboraciones de lujo como en la canción «Perfect Stranger» con Magnetic Man.
7. Fink – Perfect Darkness
Hacia tiempo que una guitarra no me sonaba tan bien. El nuevo disco del polifacético Fin Greenall se convierte en uno de estos discos donde un artista se desnuda para dejarnos ver su lado más íntimo. Da igual lo que deje al descubierto, si te gusta o te desagrada en sus palabras, porque esa es su verdad, supongo que de eso tratará un poco la música folk. Un disco que busca la más pura honestidad y que con sólo escucharlo, nosotros mismos podemos encontrarnos también en la nuestra propia, pocos artistas comunican tanto con tan poco. Los títulos de las canciones nos van detallando en que viaje nos estamos adentrando con el cantante inglés. «Perfect Darkness», «Berlin Sunrise» y por supuesto «Honesty», forman parte de este singular trayecto.
En los tiempos actuales, donde hay tanta electrónica, que hasta La Oreja de Van Gogh suenan como si fuesen OBK, es genial descubrir pequeñas o grandes joyitas, según se mire, que lejos de toda tendencia actual, ya sea por querer ser diferentes al resto o porque realmente les tira de un pie, se agarran a lo mejor del pop y explotan un terreno que parece ya caduco para muchos, para dejarnos ante nuestros oídos un sinfín de buenas melodías que nos llevan a un viaje muy especial. Con una sensibilidad extraordinaria, el poeta Dan Bejar nos regala nueve canciones como nueve bombones para ser saboreados suavemente. Si te gusta la nostalgia o eres amante del gran pop canciones como «Chinatown», «Suicide For Kara Walker» o «Kaputt» te pondrán los pelos como escarpias a la vez que te vas sumergiendo en un mar de absoluto optimismo y delicatessen.
5. The Horrors – Skying
La primera vez que supe de los británicos The Horrors allá por el 2007, me parecieron el hype más grande que había dado la música británica ese año, sólo me gustaban sus pintas y una canción. Pero el tiempo pasa y aquí están Faris Badwan y compañía haciendo ya su tercer disco, y no un disco cualquiera, sino un gran disco, mucho más maduro que sus antecesores, a lo mejor excesivamente serio e incluso un poco inaccesible para unas primeras escuchas, pero un disco que te agarra poco a poco. Un disco oscuro, embaucador y muy deudor de bandas como Joy Division o Siouxie And The Banshees, un tercer largo que hay que escuchar más de una vez para poder descubrir y que no pasen desapercibidos temas como «Dive In», «Still Life» o «Oceans Burning», unas auténticas joyas de un disco imprescindible.
Con un rol un poco más serio, pero igual de nostálgicos que en su disco debut, la banda australiana regresaba a principios del pasado año con nuevo disco bajo el brazo, donde fusionaban a la perfección eso que llaman «indietrónica». Con letras sencillas y mensajes directos, lanzaban el disco con la presentación del single «Need You Now», poco más queda decir, un tema que nos adentraba en un disco bastante ecléctico, que poco tenía que ver con los ritmos pegajosos que les dieron a conocer. Un disco donde cabían canciones para los indies en «Where I’m Going» y para los que tengan ganas de bailar a ritmos de tribus indígenas como en el single «Blink And You’ll Miss A Revolution». Algo para destacar del disco son los constantes cambios de ritmo, que hacen pensar que estamos escuchando un mashup de dos canciones como en el caso de «Corner Of The Sky», entre otras.
3. Jamie Woon – Mirrorwriting
Sin duda mi descubrimiento del año. Y es que estar apadrinado por alguien tan genial como Burial tiene que dar muy buena suerte. Dubstep de primera línea, mezclado con el pop más elegante y el R&B más mainstream dan como resultado el disco debut de esta joven promesa británica, cuyos ritmos limpios y aparentemente sin complicaciones, se mueven como reinterpretaciones de los sonidos más urbanos. Canciones como «Lady Luck» podrían ser fácilmente un nuevo single de un Justin Timberlake maduro, si eso pudiese ser factible, temas como «Gravity» nos envuelven en un aura de misterio y tranquilidad, y canciones como «Night Air» nos redescubren otra vez como funciona Burial como productor, ese artista que tanto nos gusta a los amantes de la electrónica con mayúsculas.
2. La Casa Azul – La Polinesia Meridional
Letras con aires de melancolía y tristeza, mezclado con ritmos llenos de optimismo. Guille Milkyway nos vuelve a sumergir en su mundo personal, donde sus miedos e inquietudes nos hablan de un momento muy concreto de la vida, ese momento en el que te das cuenta de que ya no eres el jovencito de antes y de que ahora hay mucha más gente joven a tu alrededor. Es sorprendente comprobar como letras tan tristes te pueden llenar de euforia, algo tan mítico de la música disco de los 70 y que La Casa Azul hace a la perfección, como demuestran canciones como «Sucumbir» o «Sálvese Quien Pueda», al igual que en canciones algo más delirantes, a la vez que tremendamente divertidas, como «Colisión Inminente» o «Europa Superstar». Para acabar, sólo decir que, como siempre, lo mejor son las letras: “Dime, si la espuma del cortado te complace”.
1. PJ Harvey – Let England Shake
La primera vez que escuche la canción «The Glorious Land», con ese majestuso sampleo de corneta anunciando que vienen las caballerías, sabía que el último disco de la inglesa Polly Jean iba a ser uno de los discos de este año. Cargado de buenas canciones, esta excelente cantautora nos sorprende con letras más políticas, a las que no nos tiene acostumbrados, al igual que a una nueva limpieza en su sonido, como en «The Words That Maketh Murder» o «All And Everyone», donde el sonido de la guitarra y de su voz deja muy de lado a la antigua PJ, aunque si eres más fan de la Harvey clásica de los 90, también la puedes tener en canciones como «Bitter Branches» o «The Last Living Rose». Un disco que pasará seguramente a la historia de la música, al igual que este mito en vida que es Pj Harvey.