O Son do Camiño (viernes 29): plumaje cósmico

Así como el día anterior era evidente quienes eran los cabezas de cartel de O Son do Camiño, el viernes me costaba más decidirlo. Para la mayoría, era Jamiroquai, fuera de toda duda, pero para mí Two Door Cinema Club, a los que vi el pasado año dando un concierto inolvidable en el Bilbao BBK Live, eran la apuesta más fuerte del viernes.

No hemos hablado aún de la organización del festival en esta crónica, pero en general fue bastante buena. El primer día hubo ciertos problemas con el transporte desde San Lázaro (el aparcamiento gratuito más cercano al festival) al Monte do Gozo aunque, en realidad, lo que hubo fue cierta confusión. Había dos líneas de autobuses, pero mientras que una te llevaba directamente al festival, la otra te dejaba en una carretera general desde la que subías andando una cuesta considerable. A la vuelta el problema se produjo sobre todo a la salida del concierto de The Killers. El dispositivo de Protección Civil se vio desbordado por la afluencia de público y la escasez de autobuses. Pero rectificar es de sabios, y el viernes esto ya estaba perfectamente corregido. Una vía para peatones y otra para autobuses, que salían uno detrás de otro constantemente a la salida del festival.

Las monedas de los festivales casi siempre crean división de opiniones. En este caso, los tuents (de la compañía telefónica Tuenti) permitían comprar bebida en el festival, pero no eran válidos para comprar comida en los food trucks. Funcionaron bien, pero resultaba incómodo tanto para camareros como para el público tener que partir media moneda como fianza para el vaso de plástico. El vaso de plástico reutilizable ha sido una gran idea en todos los festivales, pero no hay que olvidar que 30000 personas producen muchos residuos, muchísimos, y la cantidad de contenedores disponibles se quedó muy escasa, no ya en la zona de comidas sino en el resto del recinto y a la entrada del mismo, que parecía una batalla campal a la salida.

En cuanto a los baños, la gestión fue impecable. Colas organizadas y asistentes que te daban papel higiénico a la entrada. Un lujo. También es de aplaudir que se mejorase la iluminación en la cuesta que llevaba de un escenario a otro y se regulase de alguna manera el paso de personas.

Pero vayamos al lío. Uno de los grandes miedos que teníamos tanto organización como espectadores era el de la previsión de lluvia. Finalmente, todo se quedó en una llovizna muy puntual, algo más intensa a primeras horas de la tarde del sábado (es de agradecer también que la organización echase paja sobre la tierra mojada para que aquello no se convirtiese en un barrizal y nadie resbalase).

Los británicos PLYA daban su primer concierto en España en el Escenario Galicia. No son un grupo demasiado conocido por aquí, pero dieron un concierto divertido y entretenido. Julia Sykes, vocalista del grupo, no dejó de chapurrear español (nació en Menorca) y animar a los presentes. El trío es una banda joven, con canciones pero sin álbum publicado todavía, y dejaron buenas sensaciones entre el público.

Tras la separación de Calle 13 René Perez, o lo que es lo mismo, Residente, ha iniciado una carrera en solitario con «Residente» (2017), su debut homónimo. Si bien en lo musical sus canciones se diferencian por los ritmos más tribales y un sonido que bebe de las músicas del mundo, sin olvidar el toque urbano, las letras mantienen el tono combativo de Calle 13.  Canciones como «Somos Anormales» se mezclaron con conocidos temas de Calle 13 como «Atrévete, Te, Te», «Calma Pueblo» o «El Aguante». Junto a su banda, con músicos de todas partes del mundo, hizo bailar a los presentes sin olvidar las críticas a multinacionales discográficas o los artistas que están más pendientes de los millones de seguidores que de lo que dicen en sus canciones.

Me cuesta recordar cuantas veces he visto ya a L.A. en directo, pero lo cierto es que no me cansan. No fue su mejor concierto, se echaba de menos a Pep Mulet a la guitarra, que como dijo Lluís Albert no pudo estar por motivos personales. También hubo algún problema de sonido, sobre todo al principio. Llovió un poco durante su concierto, pero poco importó a los presentes. L.A. hicieron un buen repaso a su ya considerable discografía, desde «Perfect Combination» a canciones más recientes como «Leave It All Behind», sin dejar de lado «Living By the Ocean», «Rebel», «Crystal Clear» o «Hands». Los L.A. nunca defraudan, y dieron uno de los mejores conciertos del viernes.

Con el atardecer, milagrosamente despejado, llegaron los irlandeses Two Door Cinema Club. A estas alturas, la banda tiene hits de sobra como para dar un gran concierto y así lo hicieron. Arrancaron con «Undercover Martyn», todo un pelotazo de su primer álbum, y siguieron con temas tan disfrutables como «Are We Ready? (Wreck)». Sin embargo, no fue hasta que sonó «What You Know» cuando la gente pareció animarse a saltar y a bailar. Pese a la abundancia de temazos como «Lavender», «Sleep Alone» o «Cigarettes in the Theatre», el público permanecía apático en su mayoría. Apenas se oían aplausos entre canciones (parece que alguna gente está muy liada con la cerveza en una mano y el móvil en la otra) y la respuesta no era la esperada. «Something Good Can Work» animó más la fiesta, sobre todo porque algunos parecían conocer solamente esa canción del grupo, y acabaron con la enorme «Sun». La sensación era un poco frustrante: un gran grupo, un buen directo, pero un público que no le correspondía como merecían. Esperemos que su paso por Galicia no les dejase mal sabor de boca.

Tras un silencio de 7 años, Jamiroquai volvía el pasado año con «Automaton», un álbum bien acogido por crítica y público. Miles de seguidores de la banda liderada por Jay Kay acabaron agotando las entradas para el viernes, con ganas de vivir el revival de los 90 en el que los británicos vendieron millones de discos. Y claro, si vuelven a ponerse de moda los chándales coloristas o las riñoneras como accesorios, ¿quién puede negarle una oportunidad a Jamiroquai? La banda de funk comenzó con «Shake It On», con Jay Kay saliendo a escena con su clásico plumaje, ahora iluminado en el siglo XXI. De ahí en adelante, un grandes éxitos que incluyó «Cosmic Girl», «Use the Force», «Little L», «Alright», «You Give Me Something» o «Travelling Without Moving». La banda sonaba muy bien y la puesta en escena estaba muy lograda, con proyecciones originales sobre el escenario. Probablemente sus seguidores salieron satisfechos del conciertos, pero al resto nos faltó algo más de chispa y complicidad de Kay.

Me faltó algún concierto más destacable el viernes, aunque es verdad que he oído que La M.O.D.A. dieron un gran espectáculo en el que llegó a colaborar Nina de Juan, cantante de Morgan. Con todo, el sábado llegaría un final a todas luces espectacular.