Optimus Alive ’12 (13 de julio): Let It Snow, Let It Snow, Let It Snow
De nuevo un gran nombre (Radiohead) y una promesa que finalmente se vio incumplida (Florence + the Machine) nos hizo desplazarnos hasta el país vecino para vivir 3 días de conciertos, alegrías y decepciones.
A estas alturas ya habréis leído una o varias crónicas del festival, pocas seguramente tan buenas como la de El Abismo Te Devuelve La Mirada, del colega y colaborador esporádico de este blog Jero, creador además del alucinante «Optimusómetro».
Aquí sólo pretendo, una vez más, mostraros mi visión de los acontecimientos de un festival que probablemente es ya el más multitudinario de Portugal.
El primer grupo al que nos acercamos a ver en directo en el Palco Heineken fueron las californianas Dum Dum Girls. Con dos álbumes en su haber y buenas críticas de los medios especializados, no pasaron de dar un concierto correcto y bastante lineal. Suenan bien y tienen canciones pegadizas, entre ellas el single redondo «Bedroom Eyes», pero para los no iniciados (o apenas) como un servidor, cuesta mucho distinguir una canción de otra. Tampoco se caracterizaron precisamente por su interacción con el público.
Por cierto, el look de su cantante Dee Dee era calcado al de Moderna de Pueblo.
Para cuando llegamos al Palco Optimus, Refused ya se estaban merendando a su público. Los suecos, liderados por Dennis Lyxzén, protagonizaron el mejor regreso de todo el festival. Catorce años habían pasado desde que se separasen tras la publicación de «The Shape of Punk to Come», su tercer y aclamado disco y en el que se centró el setlist de su concierto.
El incombustible Dennis puso toda la carne en el asador sobre el escenario y Refused se ganaron a los presentes con trallazos punk como «Summerholidays vs Punkroutine», «Tannhäuser/Derivè» o el más conocido «New Noise». Además, Dennis no dejó de mostrarse sinceramente agradecido por la acogida que ha tenido su regreso este 2012, recordando que en el momento de su separación tocaban en salas para apenas 200 personas.
Pese a todo, fue uno de los conciertos del Palco Optimus que menos público reunió, pero fue uno de los mejores de todo el festival, sin duda alguna.
Snow Patrol fueron, sin duda alguna, los protagonistas del día. Ni The Stone Roses ni Justice consiguieron tener con el público la química que tuvieron los escoceses.
Salieron a escena mientras sonaba «Berlin», de su último trabajo, «Fallen Empires», y que incitaba a corear el uoh-oh-oh-uoh-uoh. Fueron de menos a más, arrancando con «Hands Open» y subiendo con «This Isn’t Everything You Are». El momento karaoke llegó con «Run», uno de sus hits más célebres, que Gary Lightbody dedicó a The Stone Roses. Miles de personas coreamos I’ll Be Right Beside You, Dear junto a Lightbody en uno de los momentos cumbre del festival.
Mezclaron temas antiguos («Chocolate», «Make This Go On Forever») con temas del nuevo disco («In the End» o la bailable «Called Out in the Dark») sin olvidarse de otra de las predilectas del público, la archiconocida «Chasing Cars», que protagonizó de nuevo un monumental momento karaoke.
El espectáculo con las pantallas de fondo demostró la habilidad del grupo para convertirse en banda de estadio emulando a aquellos que admiran y en los que se inspiran (Coldplay, U2). Pero cuando estas proyecciones demostraron una mayor efectividad fue con las proyecciones de «Fallen Empires», ya que en el resto del concierto prácticamente se limitaron a proyectar imágenes del cantante o del público.
La tríada final estuvo formada por «Open Your Eyes», «You’re All I Have» y «Just Say Yes», con la que Snow Patrol cerraban un gran concierto (para mí el mejor de la jornada).
No cabe duda de que la estrategia de la organización del Optimus Alive para atraer público extranjero funcionó a la perfección. Sabiendo que en España competían con el BBK Live y el FIB, iniciaron una colaboración publicitaria con el NME que se tradujo en miles de visitantes británicos que aquel viernes deseaban ver el esperado regreso de The Stone Roses.
Apenas dos álbumes le bastaron a los británicos para colarse en la historia de la música y convertirse en grupo de culto, gracias en parte a toda la escena surgida en Manchester (conocida también como «Madchester»).
«I Wanna Be Adored» fue la primera en sonar cuando Ian Brown se subió al escenario. Había mucha expectación, pero me consta que para la mayoría del público el regreso fue una decepción. Ian Brown presentaba un aspecto visiblemente demacrado y desafinó durante todo el concierto. Los esfuerzos del resto del grupo por llevar las canciones a buen puerto resultaban inútiles y la química con el público fue inexistente.
Únicamente sus seguidores británicos más fieles parecieron disfrutar sobre todo con los mayores hits como «Waterfall», «Fool’s Gold», «Love Spreads» o «She Bangs the Drums».
Paradójicamente, el concierto acabó con «I Am the Resurrection», afirmación que nunca pudo haber sido tan incierta. Para tratar de quitar hierro al asunto y mostrar la buena relación entre los miembros de la banda (recientemente Ian insultó al batería durante un concierto en pleno espectáculo), acabaron abrazándose sobre el escenario. Sin duda han sido la decepción de esta edición del festival.
Quedó claro que si han vuelto,
sobre todo Ian, es para pasar por caja y no dejamos de temer ese tercer
álbum por el que han firmado un contrato discográfico con Columbia.
sobre todo Ian, es para pasar por caja y no dejamos de temer ese tercer
álbum por el que han firmado un contrato discográfico con Columbia.
Para cuando Justice salieron a escena, he de reconocerlo, ya estábamos un poco cansados. No esperaba que el concierto del dúo francés fuese el mejor, pero sí que esperaba algo más. Sobre todo, de la puesta en escena. Por poner un ejemplo, The Chemical Brothers tienen un espectáculo visual alucinante sobre el que apoyar su espectáculo. Aquí apenas podíamos ver desde la distancia la cruz luminosa sobre el escenario (más pequeña de lo que todos esperábamos) y las pantallas (las imágenes del escenario estaban tomadas desde muchísima distancia). Las pocas imágenes que se proyectaron sobre el escenario sólo era posible verlas desde cerca, y poco aportaron al conjunto.
Del setlist tampoco puedo decir demasiado. El dúo optó por mezclar sus temas en una especie de mix falto de ritmo en el que ni «Civilization» ni «D.A.N.C.E.» fueron capaces de destacar y echar abajo la enorme pista de baile en la que podía (y debería) haberse convertido el Palco Optimus.
Vi aproximadamente la mitad del concierto, pero fue suficiente para que cuerpo y mente pidiese clemencia y accediese a retirarme para descansar hasta la próxima jornada.
Puedes ver más fotos del festival en nuestro Facebook.
Muchas gracias por la mención, el elogio y el enlace 😀 Estupenda tu crónica del primer día, aunque no pueda darte la razón en lo que comentas sobre Snow Patrol: yo no soy muy fan de la banda (realmente no soy nada fan) pero lo poco que les oí (llegué al recinto en el último tercio de su concierto) no me convenció para nada. En lo demás sí estoy bastante de acuerdo: The Stone Roses fue una decepción tremenda y de Justice me esperaba más (aunque el tiempo que estuvieron sobre el escenario me lo pasé muy bien).
Quedo a la espera de las siguientes entradas sobre el Optimus para ver si nuestras impresiones coinciden (sospecho que el momento más "polémico" llegará con la del día 15, jeje).
El optimusómetro es lo más grande, de verdad. No voy a negar las evidentes comparaciones de Snow Patrol con Coldplay o U2, es de cajón. Además de gustarme, creo que conectaron con la gente (al menos esa era la sensación desde donde yo estaba). De los Stone Roses no es que esperase demasiado, pero si que fue una decepción, y de Justice no puedo decir mucho porque me fui pronto.
No sé yo si habrá polémica sobre el día 15, creo que nuestras impresiones coinciden en mayor o menor medida.