PortAmérica 2013 (sábado 20 de julio): Nos quedan muchos más regalos por abrir
«Ten os dentes raros, pero a min ghústame.» Así se refería una de las asistentes al festival al atractivo de Pucho, líder de Vetusta Morla, la gran estrella para el cierre del festival. De todos modos, sería absurdo afirmar que los madrileños eran el único atractivo de la jornada. Probablemente el sábado era el día en que el concepto de descubrir y unir culturas de PortAmérica cobraba más sentido, con artistas argentinos (Banda de Turistas), chilenos (Francisca Valenzuela), mexicanos (Café Tacvba) o incluso austríacos (Gin Ga), conviviendo con grupos nacionales como los mencionados Vetusta Morla, Arizona Baby, Supersubmarina o Delorean.
Eran cerca de las 19:30 y mientras recorríamos a pie el camino que iba del aparcamiento al recinto ya sonaban los últimos acordes de la actuación de Banda de Turistas. No llegamos a tiempo para ver a la banda en acción, pero afortunadamente sí estábamos a tiempo de ver a la conocida como «princesa del rock chilena» Francisca Valenzuela.
El sol caía implacable, pero eso no importó para que Francisca Valenzuela y su banda desplegasen todo su potencial en directo. Sabiendo que tenían poco tiempo (alrededor de 30 minutos), salieron al escenario dispuestos a darlo todo. Derrocharon energía desde el primer momento con uno de los temas más conocidos de la chilena, «Buen Soldado», y pronto nos pusieron a todos a bailar. Canciones pop que recordaban un poco a la música de Julieta Venegas, pero con una actitud mucho más fresca y divertida. Escondida tras sus gafas de sol (daba de frente al escenario a esas horas), Francisca Valenzuela se movía con soltura derrochando sentido del humor y mucha diversión. Fue una muy buena presentación de sus canciones, temas como «Quiero Verte Más» o «Mujer Modelo», que nos hicieron disfrutar de lo lindo.
Treinta minutos de actuación que nos dejaron con ganas de mucho más. «Tendremos que volver», decía la artista. Quizás en el próximo PortAmérica.
Era muy difícil mantener el nivel de su predecesora y, sin embargo, los vallisoletanos Arizona Baby lo lograron. Supieron ganarse al público con buenas canciones mientras su líder Javier Vielba no dejaba de derrochar simpatía. Folk rock con marcado acento norteamericano en el que no faltaron clásicos de la banda como «Shiralee» o un homenaje a una de las bandas que más les han influido, America.
Manos arriba, palmas y mucha fe en la energía de los presentes tras dos días de festival. Dieron en el clavo con su concierto y ganaron adeptos a su música.
Gin Ga (todavía no estoy seguro de si se escribe junto o separado) eran uno de los grupos más desconocidos del cartel. Los austríacos nos sorprendieron a todos con sus canciones, una mezcla entre Fanfarlo y Franz Ferdinand, por tratar de ubicarlos de alguna manera. Dieron un muy buen concierto, en el que no faltó su tema más conocido, «Dancer», y en el que nos brindaron una genial y muy diferente versión de «No Limit», el éxito del grupo de los noventa 2Unlimited.
No les conocíamos, pero nos hicimos fans de Gin Ga allí mismo.
Hablar de Café Tacvba es hacerlo de una de las bandas más importantes de México, sin lugar a dudas. A punto de cumplir 25 años sobre los escenarios (ahí es nada), los mexicanos siguen demostrando sobre el escenario lo grandes que son. Su cantante, Rubén Albarrán, no dejó de saltar y bailar con su indomable melena al viento. Era muy difícil resumir siete discos en una hora de concierto, pero Café Tacvba apostaron por presentar «El Objeto Antes Llamado Disco» (2012), su obra más reciente. No faltó por supuesto «La Ingrata», uno de sus primeros éxitos, y tampoco canciones tan bailables como «La Chica Banda», en la que cambiaron parte de la letra para decir: Y yo le di mi amor en un concierto de Bomba Estéreo, haciendo referencia al grupo colombiano, que había tocado la noche anterior. No podía faltar tampoco la maravillosa balada «Eres», cantada por Emmanuel, teclista y segunda voz de la banda.
Coreografías imposibles sobre el escenario, ganas de pasarlo bien y una actitud bien «chingona». Un concierto «de poca madre», como ellos dirían.
Supersubmarina eran uno de los platos fuertes del día. Aunque llevan menos tiempo en la música que bandas como Lori Meyers, su popularidad también ha ido incrementándose exponencialmente con su segundo disco, «Santacruz» (2012). Comenzaron su directo con «Eléctrico», de su debut «Electroviral» (2010), y fueron alternando temas de ambos discos. Se llevaron el protagonismo las canciones de «Santacruz», como la que da título al disco, «En Mis Venas», «Canción de Guerra» o «Tecnicolor», pero tampoco se dejaron en el tintero temas de su primer álbum como «Supersubmarina», «Niebla» o «Cientocero».
Pese a su juventud, el grupo jienense ya arrastra masas a sus conciertos y demuestra tablas sobre el escenario, animando al público en todo momento y con un directo contundente y sin fisuras. De seguir así, sólo el tiempo dirá lo lejos que pueden llegar.
Eladio y los Seres Queridos (o más bien un Ser Querido solamente, que fue quien le acompañó sobre las tablas) aparecieron por sorpresa antes del concierto de Vetusta Morla. Ante el aplauso de unos y la estupefacción de otros, que pensaban que ya no saldría la banda, Eladio interpretó «El Tiempo Futuro».
Sobre las 2 y media de la mañana llegaban las indudables estrellas de la noche, Vetusta Morla. Anunciado como el único concierto que darían en España este 2013 (han estado de gira por Sudamérica y están componiendo nuevo material, entre el que destaca la banda sonora de su propio videojuego, «Los Ríos de Alice», desarrollado por la empresa vasca Delirium Studios), era muy esperado el regreso de los madrileños a PortAmérica, que ya estuvieron presentes en la primera edición del festival.
Si mal no recuerdo, fue «Boca en la Tierra» la canción con la que empezaron su concierto. A algunos nos sorprendió el dato, ya que en su última gira era «Los Días Raros» el tema con el que abrían fuego. No se hizo de rogar tampoco «Copenhague», que fue de las primeras canciones que tocaron y una de las más coreadas (apenas se oía la voz de Pucho entre las voces que gritaban a pleno pulmón la letra de la canción). Minutos después sonaban ya «Maldita Dulzura» o «El Hombre del Saco», toda una exhibición de poderío de la banda madrileña.
«En el Río», «Lo que Te Hace Grande» o la emocionante «Los Días Raros» también sonaron el sábado en PortAmérica, justo antes de que empezase el ritual de «Saharabbey Road». Uno de los temas más populares de su directo y también uno de los más coreados con su «lolorololololo lorololo lalalalalalalalalalalala». Poco antes de terminar, Pucho dejaba caer que al día siguiente andarían por ahí, al otro lado de la ría (el domingo dieron casi por sorpresa un concierto con aforo muy limitado para celebrar los 20 años del Aturuxo en Bueu), aunque en aquel momento no entendimos muy bien a qué se refería.
El final lo puso «La Cuadratura del Círculo», otro de los temas más potentes de la banda en directo y que ponía fin a algo más de una hora de concierto de los madrileños. No hay duda, las mieles del éxito siguen acompañándoles y su tirón es cada vez mayor.
Eran ya cerca de las cuatro de la madrugada cuando, ya casi sin fuerzas, emprendimos el retorno a casa. Nos quedaba un «amaro» en el bolsillo y decidimos gastárnoslo. Cuando lo giramos, como si fuese una señal, ahí estaba su nombre: Vetusta Morla. Sonreímos mientras compartíamos el último trozo de bollería industrial de la noche (tras el concierto de Vetusta, la gente se abalanzaba sobre los mostradores de comida como si fuesen «The Walking Dead»). De fondo sonaban ya Delorean, pero no nos quedaban energías. Nos giramos y vimos a lo lejos las luces del escenario y los más valientes en pie siguiendo la fiesta (Lagartija DJ tocaría todavía después de los vascos). Cerramos los ojos y pedimos un deseo: vernos el año que viene en PortAmérica.