PortAmérica 2013 (viernes 19 de julio): Lori Meyers y Standstill, patrimonio nacional
Decidme un solo punto del estado español en el que no hayan tocado Lori Meyers y me juego el cuello a que allí no se celebra ningún festival. Sí, es cierto, los granadinos están presentes en el cartel de la gran mayoría de festivales nacionales, pero eso es porque tienen un buen directo y el público les quiere. Así, si el día anterior eran los Editors los protagonistas de PortAmérica, el viernes lo eran Lori Meyers, con permiso del espectáculo «Cénit», de Standstill, una ocasión única para ver la puesta en escena de «Dentro de la Luz».
Quizás porque era viernes (yo no los he visto, pero dicen que hay gente que aún conserva un puesto de trabajo) o quizás porque Lori Meyers atraen, cada vez más, a un público más numeroso, el caso es que el número de asistentes al festival creció de manera importante.
Sabíamos ya que iba a ser la jornada más larga (no queríamos perdernos a Bomba Estéreo que tocarían, como poco, a las 3 y media de la madrugada), así que calculando nuestro tiempo de desplazamiento en coche y recuperar fuerzas de la noche anterior, decidimos aparecer directamente para ver a Delafé y las Flores Azules. Me hubiese gustado ver a Niño y Pistola presentando el genial «There’s a Man with a Gun Over There» (2013) pero, ¿por qué siempre les toca ser los primeros de la tarde? Tampoco llegamos a tiempo de ver a los rockeros vigueses (algunos de ellos del mismo Nigrán) The Soul Jacket, que venían a presentar «Wood Mama» (2012), su álbum de debut.
Alrededor de las nueve, los chicos de Delafé y las Flores Azules pisaban el escenario de PortAmérica. Presentaron algunas canciones de su último doble disco, «De Ti Sin Mí/ De Mí Sin Ti», del que cayeron canciones como «De Ti Sin Mí» o «Mientras Beso a Mi Chico en la Arena», pero centraron su repertorio en los temas más habituales de sus conciertos. Con nueva formación, más reducida (ya no están Las Trompetas de la Muerte), Oscar Daniello y Helena Miquel lucieron sus trucos habituales (manos arriba, bailes y «moonwalk» sobre polvos de talco) interpretando canciones como «El Indio», «La Primavera», «Mar, el Poder del Mar» o «Enero en la Playa». Con su directo optimista animaron a los allí presentes, pero parece que en los últimos años han ido perdiendo la fuerza que aportaba Facto a la formación y poco a poco van renunciando al componente más lúdico de sus conciertos (menos instrumentos, menos artificio y menos confeti). Con todo, siguen haciendo disfrutar al público.
El contraste entre la anterior formación y la siguiente era brutal, se hiciese como se hiciese. Standstill presentaban «Cénit», el espectáculo que están llevando por festivales para presentar su último disco, «Dentro de la Luz» (2013). Espectacular y mágico son las únicas palabras que se me ocurren para describir la puesta en escena del disco. Un esfuerzo que hay que valorar no sólo por parte de la banda, sino también de la organización, ya que no resulta nada fácil montar todo eso en apenas 30 minutos y que todo salga a la perfección. Cuanta mayor era la distancia que tomaba uno del escenario, más se podía apreciar el conjunto en toda su grandiosidad.
Interpretaron todo el disco de principio a fin exceptuando una canción, quizás por falta de tiempo. La fuerza y la épica que cobran en directo canciones como «Que No Acabe el Día», «Adiós, Madre, Cuídate», «Me Gusta Tanto» o «Vuela, Extranjero» sólo la pueden transmitir Standstill. La contundencia de «Nunca, Nunca, Nunca» en escena es brutal, con las percusiones haciéndote vibrar por dentro.
El concierto fue enorme, otro de los momentazos de PortAmérica 2013. La pena es que hay gente que no sabe respetar el silencio que requieren este tipo de espectáculos, pero de igual forma quieren permanecer entre las primeras filas. Los demás sabemos que ver «Cénit» en acción fue un verdadero lujo.
Los argentinos Él Mató a un Policía Motorizado fueron los siguientes. El contraste fue de nuevo importante, pero es que estar a la altura de Standstill no es tarea fácil.
Con un asombroso parecido a Hugo, aquel personaje de la serie «Perdidos», Santiago Motorizado y los suyos dieron una buena descarga de punk rock. Canciones como «Mujeres Bellas y Fuertes», «Chica de Oro» o «Más o Menos Bien» sirvieron para conectar con el público. Tienen un buen directo, aunque salir después de Standstill no les benefició en absoluto.
La primera sorpresa de la noche la protagonizaron Xoel López e Iván Ferreiro, saliendo a escena después de los argentinos. El público se volvió loco ante la aparición de ambos, que se rindieron un homenaje mutuo en el que mezclaron canciones como «Colillas en el Suelo» o «Que No», sin olvidar el clásico de Iván, «Turnedo». Estaba en su casa, en Nigrán, y sólo con pronunciar «Desde aquí desde mi casa…» las miles de personas allí presentes comenzaron a corear una canción que todo gallego se sabe mejor que el himno compuesto por Pondal. Fue un gesto de agradecer y otro de los momentos más memorables del festival.
No era la primera vez que Lori Meyers se pasaban por la zona, ni será la última. Ya han pasado en otras ocasiones por el Dolorock, el Festival do Norte e incluso, hace sólo un par de semanas, por el festival PopUp! en Carballo (A Coruña). Aún así, el tirón de los granadinos es cada vez más espectacular. La mayor parte del público acudía a Nigrán el viernes a verles exclusivamente a ellos.
No hubo grandes sorpresas en su concierto. Un repaso a las canciones de siempre, como «Luciérnagas y Mariposas» o «Luces de Neón» (el «paparapapá» más conocido de la música española), y la incorporación de algunas canciones de «Impronta» (2013), que teníamos ganas de escuchar en directo.
Fue el caso de «Planilandia» o «El Tiempo Pasará», en la que Anni B Sweet apareció por sorpresa para cantar a dúo con Noni. La complicidad entre ambos fue patente sobre el escenario, no en vano él ha producido el último EP de la artista, en la que versionaba uno de los temas de los granadinos, «Religión». Otro #momentazoPortAmérica.
Probablemente «Emborracharse» sea el hit más reciente de la banda, ya que en poco tiempo se ha convertido en una de las cartas imprescindibles de la baraja de Lori Meyers. El tramo final lo formaron «Religión», «Mi Realidad» y «Alta Fidelidad», durante la cual Noni bajó del escenario para acercarse al público. Les he visto conciertos mejores, pero nos dejaron buen sabor de boca.
En cuanto a La Habitación Roja, no las tenía todas conmigo. Debido a un cambio de horario, tocaron después de Lori Meyers y no antes, como estaba previsto. El concierto que había visto en la sala Karma hace un par de años me había decepcionado bastante, y su actitud tampoco había ayudado.
La única llovizna que salpicó el festival en los tres días les tocó a los valencianos, que decidieron centrar su repertorio en las canciones de sus últimos trabajos. No hubo cabida para clásicos como «Un Día Perfecto», «La Edad de Oro» o «Cuando Ya No Quede Nada», y su intento de bromear sobre «Turnedo» cantando «…desde aquí desde mi casa veo la casa vacía…» tampoco fue bien recibido (menos aún cuando acababa de pasar por allí el mismísimo Iván). Sólo destacaría el final con «Ayer», uno de sus méritos más recientes, y que recibió el premio a Mejor Canción en los Premios de la Música Independiente.
Si nos quedamos hasta pasadas las 4 de la madrugada (demasiado tarde ya) fue para ver como se las gastaban los colombianos Bomba Estéreo. Liliana Saumet, su vocalista, posee esa fuerza de raperas como M.I.A., pero conservando el ritmo latino. Apareció como un huracán sobre el escenario, mostrando todo su «power», que diría ella. Su indescriptible mezcla de rock, cumbia, rap y música electrónica puso a bailar a todos los supervivientes de la noche al son de las canciones de «Elegancia Tropical» (2012), con temazos como «Caribbean Power».
La sorpresa del concierto la dio la rapera gallega Wöyza, que entró en escena para cantar un tema a dúo con Liliana.
Cuando todavía sonaban Bomba Estéreo de fondo, fuimos emprendiendo el regreso a casa. Eran ya las 4 y media de la mañana y el PortAmérica se había llevado todas nuestras energías. Una segunda jornada cargada de sorpresas, más grupos y más público, que hacía presagiar un buen fin de fiesta para el sábado.