Rock in Río Tea 2022 (23 de julio): carbura, Stanich, carbura
En más de una ocasión hemos dicho (u oído) que echábamos de menos los festivales pequeños, abarcables. Iniciativas como el Dolorock que se celebraba en Meis, desaparecido ya hace más de una década, pero por el que en su día pasaron grupos punteros como Love of Lesbian, Fuel Fandango, Supersubmarina o Lori Meyers.
Aunque con mucha menos publicidad que otros festivales, todavía se mantienen algunas propuestas así. Es el caso del Rock in Río Tea, que tiene lugar cada año en Ponteareas y que este 2022 celebró su décima edición (casi nada), logrando también que siga siendo un evento con entrada gratuita para el público (y no es nada fácil). Detrás de este pequeño gran festival está la asociación Rock in Río Tea que, además del festival, promueve un concurso de bandas noveles u otros conciertos como los del Rock na Rúa y contribuye, en definitiva, a mantener una actividad cultural en el Concello de Ponteareas. Por las anteriores ediciones del festival han pasado entre otros M-Clan, Heredeiros da Crus, Los Zigarros o la superbanda Gran Cañón (con Leiva o Carlos Tarque entre sus miembros), siguiendo una línea claramente orientada el rock, aunque sin discriminar otros géneros.
En este 2022 han celebrado 2 días de festival, viernes 22 y sábado 23 de julio. Mientras que el viernes estaba más orientado a un público de la zona, con grupos como O Caiman do Río Tea (sí, los del mítico “Estou na Lavadora” del Xabarín Club) o SondaRúa, además de los alumnos del CDM Rock School de Ponteareas; el sábado contaban con 5 bandas, con Ángel Stanich como cabeza de cartel, los portugueses Best Youth, el gallego Grande Amore, los sevillanos Los Fusiles y los ganadores del concurso de bandas anual, que este año han sido los granadinos Sibelclan.
Ya casi habíamos olvidado esto. Poder llegar y aparcar al lado del recinto sin ningún tipo de problema es un lujo que hoy día valoramos más que antes, y con razón. El Parque da Feira Vella que acoge el festival está muy bien situado, con fácil acceso y aparcamiento. Cuando llegamos todavía no se había abierto el recinto al público, así que nos acercamos a una terraza de uno de los bares más próximos. Conforme iba llegando la hora de inicio, la gente empezó a llegar poco a poco. Mientras DJ Celsus iba pinchando temas de rock, fuimos a cambiar euros por la moneda del festival, el Doro. El parque, construido en pendiente, funciona como pequeño anfiteatro que permite al público sentarse, perfecto para ver un concierto.
Los ganadores del concurso de bandas de este año, los granadinos Sibelclan, se encargaron de abrir la jornada del sábado. Una dosis de hard rock clásico, con letras en inglés (alguna también en castellano) para romper el hielo. La gente llegaba todavía con cuentagotas al recinto mientras sonaban «Avidity» o «Return». Sobre el escenario no faltaron actitud ni ganas.
Una de las razones que nos llevaron hasta el Rock In Río Tea de este año (probablemente la definitiva) fue Best Youth. El dúo portugués, bastante popular en el país vecino (les vimos hace unos años tocando en el Paredes de Coura), tocaba por primera vez en Galicia. Una sabia elección para el cartel que debemos aplaudir, y una valentía que se echa en falta en muchos otros festivales. ¿Por qué no traemos más artistas portugueses a Galicia, estando tan cerca?
El dúo de synthpop fue para los que no les conocían la gran sorpresa del festival. Su sonido en directo es exquisito, como ponerse el disco en el mejor equipo de audio posible, sin perder ningún matiz y, lo que es más importante, sin perder ese punto vibrante de emoción del directo. La química entre Ed Rocha Gonçalves a los instrumentos y coros y Catarina Salinas a la voz es más que evidente. Sonaron sus temas más recientes, «Cool Kids» o «Rumba Nera» (aprovecharon para anunciar que su tercer álbum ya está al caer) y canciones de sus dos discos publicados, como «Highlights» o «Nightfalls» (de «Cherry Domino», 2018), sin olvidar otras canciones populares de la banda como «Black Eyes» («Highway Moon», 2017).
Pese al conciertazo que estaban dando, el público no estaba muy por la labor de levantarse y bailar, o al menos acercarse a las primeras filas tan siquiera. En la recta final y con la bailonga «Part of the Noise» los portugueses consiguieron animar a la audiencia. Además de su parte más bailable, dejaron ver su lado más sensible con una versión de la mítica «Wicked Game» de Chris Isaak. Para colofón quedó «Mirrorball», una de sus mejores canciones y de las más conocidas, que consiguió convertir el Parque da Feira Vella en una pista de baile.
El carisma de Best Youth, su espectacular sonido y sus estupendas canciones acabaron por cautivar al público. A ver si conseguimos que nos visiten más a menudo, que Vigo les queda cerca y sobran salas y recintos en los que tocar. Estamos deseando que vuelvan.
No hay discusión posible de que Ángel Stanich era el cabeza de cartel. El recinto se llenó (primeras filas incluidas) para ver al cántabro, con mucho público que vino probablemente de Vigo y alrededores. Stanich y su banda salieron a escena sabiéndose protagonistas de la noche. «Polvo de Battiato» (2021), su tercer disco, centró la primera parte del concierto, con «Rey Idiota» o «La Historia Es Fácil». No tardó en llegar una canción que estaba claro que iba a funcionar aquí, como es «Galicia Calidade».
Con el público entregado a sus gestos, su peculiar forma de cantar y al sonido de su banda, Stanich no dejó de buscar la complicidad de los presentes. «Carbura!» fue recibida con entusiasmo y coreada por toda la audiencia, al igual que «Nazario» o «Mátame Camión». Stanich acabó haciendo stage diving, llevado en volandas por el público del festival.
Stanich y su banda tienen un buen directo, y en el Rock in Río Tea volvieron a demostrarlo. Puede que su forma de cantar no guste a todo el mundo y que la música de Ángel Stanich sea difícil de clasificar y etiquetar dentro de ese gran cajón de sastre que es el indie nacional, pero lo cierto es que cuenta con un gran número de fieles seguidores y no se le puede poner un pero a su directo.
Quedaban por delante Los Fusiles y Grande Amore, pero desgraciadamente no pudimos quedarnos a verlos. Una cosa sí tenemos clara: volveremos al Rock in Río Tea el año que viene.
