The New Raemon + Clara Viñals, Sala Karma, Pontevedra, 02-03-13
Poco se demoró en pisar el escenario The New Raemon. Lo hizo completamente solo y con su guitarra, interpretando el tema que abre «Tinieblas, por Fin» (2012), «Risas Enlatadas». Pocas canciones más cayeron de su último trabajo, siendo «La Ofensa» y la enorme «Marathon Man» las elegidas. Su repertorio de poco más de una hora recorrió toda su discografía, sin evitar paradas obligadas como su versión de «Te Debo un Baile», de Nueva Vulcano, una de las más coreadas de la noche.
No faltó tampoco su habitual sentido del humor y las referencias a la derrota del Barça ante el Madrid. Recordó también algunos de los temas del magnífico «Libre Asociación» (2011) como «El Verdugo», «Lo Bello y Lo Bestia» o «El Refugio de Superman» de la que, según se desprendía de sus palabras, apenas una semana antes Jero Romero había hecho una bonita versión en aquel mismo lugar. Hubo tiempo incluso para incluir «Repartiendo el Sombrero», una de las canciones que componían «El Problema de los Tres Cuerpos», disco que grabó junto a Ricardo Vicente y Francisco Nixon. «La Cafetera» o «Sucedáneos» echaron la vista más atrás en el tiempo en la carrera de The New Raemon, al igual que lo hizo la penúltima canción.
Si hay un tema imprescindible en los conciertos de Ramón Rodríguez, ese es «Tú, Garfunkel». Una canción que se ha convertido en su clásico particular y sin la cual no podemos comprender sus directos. Picó a los presentes con el típico «en el concierto de ayer lo hicieron muy bien», para animarnos a corear el final de la canción.
También es sabido que The New Raemon no hace el paripé del bis, eso de salir y volver al minuto para tocar uno o dos temas más. Él lo hace de corrido, y así acabó con una versión de Big Star, «I’m In Love with a Girl», si no me equivoco.
Es cierto que los tiempos obligan cada vez más a algunos artistas a girar sin sus bandas (como dijo el propio Ramón, sale más económico), y que la suya es de las que se echan de menos por su calidad, pero The New Raemon es bien capaz de enfrentarse al público en solitario. Y siempre es agradable volver a encontrarse con un artista cuyas canciones le han convertido, sin él saberlo, en un viejo amigo.