Vodafone Paredes de Coura 2024 (16 agosto): Colosos

Las camisetas que podían verse desde primera hora en el festival no dejaban lugar a dudas. Pese a contar con muchos más artistas interesantes en su cartel, los protagonistas del viernes iban a ser IDLES.

No parecía que fuesen las 6 de la tarde. Desde el Palco Vodafone, el artista luso Branko puso a todo el público del Vodafone Paredes de Coura a bailar. Mezclando bases pregrabadas con otros instrumentos, percusiones y voces en directo, Branko dio una lección de música electrónica  con influencias de la música lusa y brasileña. «NAFÉ» o «Reserva pra Dois» fueron algunas de las muestras de este artista que hubiese encajado muchísimo mejor a las 3 de la mañana para cerrar la jornada del festival. De todos modos, era una estupenda forma de abrir el escenario grande y llenar el ambiente de buenas vibraciones.

Marcus Brown (o lo que es lo mismo, Nourished By Time) llegaba al Vodafone Paredes de Coura para presentar su primer trabajo, «Erotic Probiotic 2». Grabado en el sótano de la casa de sus padres, Nourished By Time también hace gala del DIY en su directo. Acompañado apenas de sus bases, los protagonistas eran sus poses y su voz. Entre gestos y aspavientos, canciones como «Hell of a Ride», «Daddy» o «Hand On Me» sonaban muy bien, pero faltó algo de conexión con el público.

Los franceses Nouvelle Vague salieron al escenario para dar al público lo que esperaba de ellos: diversión sin pretensiones con sus versiones en clave bossa nova y lounge. Canciones como «Just Can’t Get Enough», «Shout» (reinterpretada como un reggae) o la emotiva «In a Manner of Speaking», dedicada a Olivier Libaux (miembro fundador de la banda, fallecido hace unos años) sonaron elegantes y divertidas, con una banda que supo sacarle el máximo partido a su estupendo directo. Quizás sea un grupo que a priori no encajaría en cualquier festival, pero el Vodafone Paredes de Coura, como ya sabemos, no es un festival cualquiera.

A los Allah-Las les jugaron en contra varios factores. Uno de ellos, el horario, entre Nouvelle Vague y Cat Power. El otro, la dificultad para el público de moverse en casi cualquier concierto en el Palco Yorn. Ése ha sido uno de los grandes hándicaps de esta edición del festival. La mayor afluencia de asistentes al festival desde primera hora hizo que a partir de media tarde fuese casi inviable acercarse a cualquier concierto en ese escenario. Lleno hasta reventar, era difícil tanto acercarse a la carpa como salir una vez dentro. Al margen de ambas circunstancias, tampoco jugó a su favor su estilo indie pop excesivamente tranquilo y pausado. Se disfrutaba escuchándoles, pero la sensación fue de que su concierto no aportó mucho al festival.

Cat Power se subió al escenario muy nerviosa. La artista no permitió fotos (al igual que André 3.000, Sampha y Killer MIke el primer día), y en todo el concierto no dejó de pedir que se bajasen las luces (la realización en pantallas fue en b/n) y de hacer comentarios a sus músicos. Quizás le impresionaron las miles de personas que la escuchaban, quizás el formato no sea el más adecuado para un festival, quizás había problemas técnicos de los que no fuimos completamente conscientes… Aún así, Cat Power interpretó el concierto de Bob Dylan en el Manchester Free Trade Hall en 1966 de principio a fin, empezando por la parte más folk con «She Belongs to Me». Power se mostraba muy alterada y no parecía nada contenta con el concierto. Con «Mr. Tambourine Man», una de las canciones más coreadas por el público, parecía que la artista se iba calmando al percibir el cariño y el respeto de un público que siempre estuvo dispuesto a escucharla. El coletazo final llegaba con «Like a Rolling Stone», coreada por todos los presentes, y Cat Power recibía el gran aplauso del público, mostrándose sinceramente agradecida.

Un buen concierto que podría haber sido memorable, pero que probablemente juegue un papel anecdótico cuando recordemos esta edición del festival.

Puede que sus números y su relevancia no alcancen los de otras estrellas del momento como Olivia Rodrigo, Sabrina Carpenter o Chapell Roan, pero Girl in Red se plantó en el Vodafone Paredes de Coura con un espectáculo dispuesto a demostrar que es toda una estrella pop mainstream. Un gigantesco gorro rojo sobre la batería, un cubo de diseño rojo que escondía un piano… y sobre todo mucha pirotecnia y llamas sobre el escenario. Canciones pop pegadizas y un público cómplice especialmente en las primeras filas para un concierto que tuvo más espectáculo que grandes canciones. Si bien es cierto que cuenta con buenas canciones («Too Much», «We Fell in Love in October» o «I Wanna Be Your Girlfriend»), se perciben tanto influencias más rockeras (Avril Lavigne, No Doubt) como pop (Tegan and Sara), pero musicalmente parece que falta algo que se quiere esconder tras un gran espectáculo visual. Aún así, no cabe duda de que fue uno de los grandes conciertos del festival.

Mala idea programar a Beach Fossils entre Girl in Red y IDLES. Comenzaba a sonar «Don’t Fade Away» y ya sabíamos que íbamos a tener que sacrificar ese bolo para coger buen sitio para IDLES. Desde lejos pudimos escuchar «What a Pleasure», «Sugar» o «Shallow», algunas de las joyas lo-fi que interpretó la banda de Brooklyn, que hizo repaso de todos sus álbumes en su setlist. Nos hablaron maravillas del resto del concierto, pero tendremos que esperar a la próxima ocasión para verles en condiciones.

Llegaba el momento más esperado del día. IDLES salían a escena con un público enfervorecido. A modo de ritual, Joe Talbot chocaba el puño con cada músico y cada técnico sobre el escenario y entre bambalinas antes de comenzar el show. Una tranquila e inquietante «IDEA 01» daba paso a todo un bombazo. La batería de «Colossus» comenzaba a sonar y el público ya se calentaba. Comenzaron los pogos y el crowdsurfing que ya no pararían durante todo el concierto. «Mr. Motivator», «Never Fight a Man with a Perm», «Dancer», «Danny Nedelko», «I’m Scum» o «Rottweiler» formaron un sólido setlist dispuesto a triunfar.

La banda se entregó por completo y los guitarristas Lee Kiernan y Mark Bowen pronto acabaron surfeando multitudes mientras tocaban la guitarra. Las imágenes de los músicos entre el público eran impresionantes. Tanto es así que hubo una imagen de Bowen con el público corriendo en círculos a su alrededor que parecía rodada por el mismísimo George Miller. No faltaron tampoco las consignas de «Free Palestine» o «Cease Fire Now», tanto por parte de Talbot como entre el público. «Sois el mejor público para el que hemos tocado en mucho tiempo», decía Joe Talbot al terminar el concierto. Corazón, sudor y sangre. Un concierto de los que no se olvidan fácilmente y que forma parte ya de la historia del Vodafone Paredes de Coura, confirmando a IDLES como una de las mejores bandas de rock y punk del momento.

IDLES ponían el listón muy alto para Fontaines D.C., que cerrarían el cartel el sábado. A ver quién era el guapo que igualaba (ya no digo superarlo) el conciertazo que se habían marcado los británicos.

Setlist: 

1. IDEA 01
2. Colossus
3. Gift Horse
4. Mr. Motivator
5. Mother
6. Car Crash
7. I’m Scum
8. The Wheel
9. Gratitude
10. Benzocaine
11. Never Fight a Man with a Perm
12. Dancer
13. Danny Nedelko
14. Rottweiler