White Rose Movement + Igloo (Sala Karma, Pontevedra, 24-10-09)
Como teloneros ejercieron Igloo, un grupo de Caldas que con una renovada formación y con su segundo álbum, «La Transición de Fase», está dando que hablar. La formación gallega no se merecía la baja calidad de sonido que tuvo. Sabemos que la sala Karma es pequeña y de difícil acústica, pero a estas alturas el técnico de sonido de la sala debería tener experiencia en el tema. El alto volumen de los instrumentos apenas permitía oír la voz de Beni Ferreiro. Pese a ello, el cuarteto trató de compensar la situación con temas como «Todos Somos Átomos», «El Pase de la Muerte» o «Sin Mentiras» (que en el disco canta a dúo con Adolfo Langa, de Maga). Habrá que verles de nuevo en mejores condiciones.
Casi sin dejar tiempo, unos 10 minutos tras el final de la actuación de Igloo, salían a escena los británicos White Rose Movement, a los que ya había tenido el placer de ver en directo en el festival Paredes de Coura en el 2006 y en el Cultura Quente en 2007. Esta vez venían a presentar algunos temas de su segundo disco «Advent», todavía sin fecha de publicación, del que han extraído el primer single «Cigarette Machine».
El grupo se trajo a su propio técnico de sonido y eso se agradeció. Sonaron como nunca había sonado ningún grupo en el Karma. Su vocalista, Finn Vine, pisó fuerte sobre el escenario con sus cerca de 2 metros de altura y arrancó con conocidos temas de la banda, de su debut «Kick». Entre ellos, el que daba título al álbum, «London’s Mine», «Pig Heil Jam» o «Testcard Girl». Se colgaba de las barras del techo, gesticulaba hacia el público y realizaba aspavientos, pero era complicado llamar la atención teniendo al lado a la bella Poppy Corby-Tuech, que sustituyó en 2008 a Erica MacArthur a los teclados. La chica hipnotizó a la audiencia masculina, entre los que me incluyo, y no dejó de recibir flashes durante toda la actuación.
El grupo sonaba convincente y compacto, y en cuanto tuvo al público donde quería comenzó a presentar nuevos temas, entre ellos la anteriormente mencionada «Cigarette Machine» o «Red». Lo nuevo de WRM suena muy bien, y promete una continuación a la altura de la calidad de su debut.
Poppy fue presentada al público por Finn para cantar un tema, «Small and the Witches Revenge», cara B del single «Cigarette Machine» y uno de los temas más bailables de la banda. Poco después llegaría «Girls in the Back», una de las canciones estrella de la banda, con la que el público se entusiasmó en la pista de baile.
Pese a la poca insistencia del respetable (parece que algunos creen que lo de los bises ya viene en el contrato y no dan ni un aplauso a cambio), WRM volvieron a salir a escena. Finn Vine ponía el broche a más de una hora de concierto con «Love Is a Number», que dedicó al público con un «this is for you, guys». Una noche para recordar en la que los White Rose Movement se confirman como un grupo muy a tener en cuenta por si a algunos les quedaban dudas.
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